Tecnología para contar HC

Contar HC de modo automático: el sueño de todo diabético

Todos tenemos deseos que nos encantaría cumplir. Cosas que nos gustaría que fueran verdad. En muchos casos, incluso las vemos materializadas en el cine gracias a la inventiva de los guionistas. Pero hoy hablo de deseos alcanzables, posibles, teóricamente realizables. Así que descarto lo del sable de luz y lo de cenar con Charlize Theron. Si bajamos el listón a algo más alcanzable, y dentro del terreno de la diabetes, hay algo en lo que coincidiría con casi todas las personas con diabetes tipo 1 si les preguntara qué es lo que más les gustaría para facilitar su vida con la diabetes. Y estoy seguro de que la mayoría respondería esto: una forma sencilla, exacta y sobre todo automática de contar los hidratos de carbono; sin error. Los carbohidratos (en nuestro país popularmente conocidos por su acrónimo HC) deben ser siempre rigurosamente contabilizados en todas y cada una de las ingestas que hacemos a lo largo del día, en todos y cada uno de los días de la semana, y en todos y cada uno de los meses del año. O sea, siempre. Se puede tener más o menos práctica, se puede ser más o menos habilidoso, pero a lo largo de toda la vida hay innumerables ocasiones en las que se yerra. Ya sea porque la comida no está preparada por ti… porque estás en un restaurante y desconoces la composición de ese menú… porque te engaña la capacidad del plato que contiene el alimento… porque te pierde el ansia por comer… En muchas ocasiones, es ciertamente difícil escrutar visualmente el plato y disgregar mentalmente sus componentes, contabilizando las cantidades de las sustancias con HC de cara al cómputo final que permitirá conocer la dosis de insulina necesaria para metabolizar esa comida. Un mismo plato con lentejas por ejemplo, puede tener más o menos raciones de HC dependiendo de si lleva más o menos verduras, lo cual variará no sólo la cantidad de HC existentes, sino también la forma de que esos carbohidratos sean asimilados posteriormente por el cuerpo, produciendo distintas curvas glucémicas.

Contar HC es una tarea demasiado compleja
Imagen: Sophie Janotta

El arte de contar HC

Yo siempre lo he considerado un arte. Y quien lo haga sistemáticamente bien es en mi opinión, un auténtico virtuoso. Porque no es fácil. Contar los HC de un yogur, de 4 galletas o de 100 g. de pan es fácil, ya que cualquiera de las múltiples tablas que circulan por internet -y que debemos aprendernos como la lista de los Reyes Godos- nos permite un cálculo sencillo y rápido de esos alimentos base. Pero ¿qué ocurre cuando mezclas un alimento con otro? ¿cuando un plato mezcla distintos ingredientes y tu vista no es capaz de agrupar mentalmente la cantidad de alimento que contiene los HC? ¿Qué ocurre cuando te enfrentas a distintas recetas de un mismo plato con distintas proporciones? Como decía más arriba, un mismo alimento cocinado por una u otra persona con variaciones en su receta provocará un cambio en el número de HC. Y lo hará tanto que si aplicáramos la misma dosis de insulina a ambos, podría ser que en un caso tengamos una buena cifra post-prandial (2 horas después de la comida) y en el otro suframos una hipo o hiperglucemia. Así es la diabetes. Así de difícil y así de exacta. De ahí que todos anhelamos que la ciencia nos regale algún día la manera de contar HC con exactitud y fiabilidad, lo cual redundaría en una mejora drástica del control de la diabetes.

La tecnología nos ayuda

En algunas ocasiones y con algunas cosas, es habitual aludir a la falta de modernidad o de tecnología: «si hubiera algo que me permitiera hacer esto automáticamente…» es una frase que todos hemos dicho alguna vez. Deseamos que la tecnología llegue a todas partes y a todas las cosas. Y lo hace, pero no a la velocidad que queremos ni a las cosas que queremos. En la diabetes, una tecnología que nos permitiera contabilizar HC de manera exacta sería un cambio radical y una revolución en la gestión de la enfermedad. Hace tiempo ya hablaba en este mismo blog de Go-CARB, un revolucionario proyecto que tiene detrás a la Comisión Europea, la Universidad de Berna y la farmacéutica Roche, y que consiste en una aplicación que mediante una fotografía realiza un reconocimiento automático en tiempo real de los diferentes tipos de alimentos en un plato, estimando su contenido de hidratos de carbono. Y con esa estimación, calcula también la dosis de insulina necesaria para esa ingesta. Un auténtico sueño para cualquier persona con diabetes. Algo tan aparentemente maravilloso que de hecho, yo personalmente necesitaré ver una demostración en vivo para creerme que algo tan complejo como calcular los HC de un plato pueda ser posible con una simple foto.

Im2Calories, contando calorías

Im2Calories, una app para contar calorías con sólo tomar una foto
Imagen: Alba Galván / Consalud

Pero Go-CARB no es el único que trabaja en esa apasionante y esperanzadora idea del cálculo automático de HC. Google está inmerso en un potente desarrollo de software en esta línea: la inteligencia artificial Im2Calories (enlace externo a la web Europa Press sobre Im2Calories), que es capaz de calcular el número de calorías de un plato con solo hacerle una fotografía. Ese cálculo se realiza en base al tamaño del plato, y tiene en cuenta también elementos como los condimentos y aderezos. Im2Calories se encuentra en fase de desarrollo, y según la todopoderosa empresa norteamericana de la gran G, promete una alta precisión en sus cálculos, ya que además es autodidacta y su precisión se va perfeccionando gracias a las correciones de los usuarios. Y en contra de lo que pudiéramos pensar, el sistema no requiere una fotografía en alta resolución. Le basta una simple imagen de Instagram (una red social con fotografías a baja resolución) para hacer sus cálculos calóricos. En Google afirman estar muy satisfechos con el desarrollo de esta inteligencia artificial y hace varias semanas procedieron a su patente en Estados Unidos.

Smarplate, el plato inteligente

Otro desarrollo en proceso de pre-producción; el Plato Inteligente (SmartPlate) va más allá y desde luego, hace honor a su nombre. El invento consiste en un plato dotado con 3 compartimentos separados, y en cada uno de ellos hay una microcámara que fotografía el contenido de ese compartimento, así como unos sensores de presión que detectan el peso del alimento de esa área. Posteriormente, un software en el plato recoge esa información, la envía a través de bluetooth y una app en nuestro smartphone la procesa, informando al usuario de todos (insisto, todos) los datos nutricionales de cada uno de los compartimentos del plato. Sus inventores afirman que el sistema está tan perfeccionado que permite incluso distinguir entre la pasta de trigo y la pasta integral. Como decían en aquel anuncio de muñecas de los 80 «¡Alucina, vecina!». Otra de esas cosas que -como decía al principio- hay que ver para creer. De momento, aquí podéis ver el funcionamiento del software de SmartPlate:

Los sensores de imagen analizan los cambios sutiles de tono de los alimentos y en base a ello, hacen sus cálculos, ayudados por el sensor de peso que hay dentro del plato. Plato que no puede usarse dentro de un microondas, lógicamente, ya que contiene circuitos electrónicos y partes metálicas. Fitly, sus creadores, siguiendo la moda actual del crowdfunding, han lanzado una campaña para el SmartPlate en la plataforma Kickstarter con el fin de recaudar los fondos necesarios para su producción en masa. De momento, a día de hoy llevan algo más de la mitad de los 100.000 dólares que buscan en total. ¿Y para cuándo esta virguería? Ellos dicen que verano de 2016.

SmartPlate, el plato inteligente que cuenta HC
Imagen: Fitly / Kickstarter

¿Hasta dónde nos ayudará la tecnología?

No tengo ninguna duda de que la tecnología puede ayudar mucho al control de la diabetes. Así lo ha hecho desde que se inventó la insulina. Lo siguió haciendo cuando yo empecé en este negocio en 1986 y así lo sigue haciendo ahora con cada una de las mejoras que nos proporciona. Para mi, una de las cosas más útiles que podría haber es la automatización total en el cálculo de hidratos de carbono y la posterior estimación de la dosis de insulina en función de la comida. Un momento delicado en el día a día de cualquier persona con diabetes. Además, de esas estimaciones en las comidas no sólo depende la glucemia posterior, sino también la de toda esa tarde o esa mañana. Todos sabemos lo que es pelear contra decisiones erróneas en el cálculo de HC o en la dosis de insulina. De momento, ya tenemos los primeros calculadores de bolo que nos facilitan la vida. Ahora puede ser el turno de algo con lo que yo siempre he soñado: que me calculen con eficacia los HC. Entre uno y otro se completaría el círculo. Eso ayudaría mucho a agilizar «El Proceso». Espero que en no mucho tiempo, aquello de contar HC sea parte del pasado, y las tablas de carbohidratos ya no haya que aprendérselas más…

Fuente: enlace externo a la web Europa Press sobre Im2Calories

Fuente: enlace externo a la web de El Android Libre sobre Smartplate