El eterno reloj medidor de glucosa

Recientemente hemos leído noticias sobre el supuesto desarrollo de empresas como Apple o Samsung para crear un reloj medidor de glucosa no invasivo que incorporarían futuras versiones de sus smartwatch. Y cuando sale alguna noticia así, las asociaciones de personas con diabetes colapsan sus líneas telefónicas con llamadas de gente preguntando «¿qué es eso del reloj medidor de glucosa que he leído en el periódico?». Yo mismo he estado recibiendo bastantes mails preguntándome por ese desarrollo: «¿Cuándo sale? ¿Has leído lo del reloj? ¿Qué opinas del reloj? ¿Es fiable ese reloj?» O también esa gente que llevada por la emoción, sólo ha leído el titular (y mal) y te pregunta directamente «¿Dónde puedo comprar el reloj?». Esto es la prueba inequívoca de que si hay un dispositivo que hoy quisiéramos todas las personas con diabetes, es sin duda un reloj medidor continuo de glucosa NO invasivo. Incluso deseado entre muchas personas con diabetes tipo 2, que lógicamente también querrían saber cómo está su glucosa, ya que no tienen acceso a las tecnologías que tenemos los tipo 1. Hoy hablaremos del sueño húmedo de la gran mayoría de personas con diabetes: el reloj medidor de glucosa.

Reloj medidor de glucosa PKVitality
Los bonitos prototipos y render que muestran en sus webs nunca llegan a verse materializados, aunque este modelo hoy por hoy es el que está más cerca de ser realidad (imagen: PKVitality).

Por qué nos seduce tanto un reloj medidor de glucosa

Hay cosas que nunca cambian. Oír las noticias con la radio por las mañanas mientras desayunas… el gusto por el olor a tierra mojada cuando llueve en verano… el típico cuñado al que no soportamos… y en el mundo de la diabetes, hay eternos deseos que se mantienen en lo más profundo de nuestra memoria RAM diabética. Uno de los más importantes (si exceptuamos la lógica cura de la diabetes) es el de tener un reloj medidor de glucosa no invasivo. Un gadget futurista y de ciencia ficción con el que creo que hemos soñado todos y cada uno de los que tenemos diabetes desde la segunda mitad del siglo XX. ¡Incluso hemos llegado a verlo en películas. La hija de la protagonista de la película La habitación del pánico (Panic Room, 2002, Columbia Pictures) lo llevaba para saber cómo iba la hipoglucemia que le acompañó durante toda la película y con la que todos nosotros empatizamos y sufrimos durante las dos horas que dura la trama. Y que levante la zarpa quien al terminar de verla, no deseara uno de esos… y no lo deseara ahora, en 2021, casi veinte años después. Tenga lo que tenga puesto en su cuerpo en ese momento. Ya sea un sensor de esta marca o de la otra, Lo deseamos porque sencillamente es simple y discreto. Si hay algo que busca una persona con diabetes es mejorar su calidad de vida. Y lo hace buscando un equilibrio siempre difícil entre eso y el control de su diabetes. Calidad de vida y control de la diabetes. Una balanza complicada que muchos inclinan hacia un lado, pero siempre irá en detrimento del otro. Pues esta calidad de vida que ahora ha dado un paso de gigante con las tecnologías disponibles se vería aumentada aún más si cabe con un sistema que cumpla dos premisas fundamentales: simpleza y discreción. Simpleza porque está relacionado con la calidad de vida. Un aparato que no requiera procedimientos, rutinas, líos. Nada de recambios, de sensores desechables, de alergias en la piel. Nada de calibrar, nada de pincharse en la piel ningún filamento ni insertarse nada. Y discreción porque en la búsqueda de esa normalidad, cualquier tecnología que no marque diferencias con el resto de humanos será bienvenida. Queremos ser lo más parecido a alguien «normal». Y algo así nos acercaría a ellos. No necesitaríamos unos minutos extra en el baño porque «hoy toca cambio de sensor». No habría que frotarse el teléfono contra tu cuerpo… o peor aún, contra tu culo (depende dónde tengas el sensor. Leer esta entrada del sensor Flash y el absurdo acto de frotar el teléfono contra el cuerpo). Sería lo más discreto del mundo mundial. Tanto como mirar la hora. Suficiente. Un reloj medidor de glucosa es el nirvana de la calidad de vida. Sin procedimientos, sin fallos, sin sensores defectuosos, sin ir cargado en los viajes con una maleta de cachivaches de la diabetes (al menos en lo relativo a la medición de glucosa). Así pues, está claro que la discreción y la simpleza es lo que cumple perfectamente un reloj medidor de glucosa no invasivo como el que hemos visto en las pelis. Por eso es el deseo número uno de tantísima gente. Y por eso cuando se lee alguna noticia se crea revuelo.

Qué pasa con Apple y Samsung

La noticia reciente (enlace externo en inglés) habla de que tanto la californiana como la coreana llevan tiempo trabajando en la implementación de sensores de lectura no invasiva en sus futuros smartwatch. Pero esta noticia es cíclica y muchos llevamos oyéndola años (en esta entrada antigua de mi blog puedes comprobar cómo esto es ya algo recurrente aquí, aquí o aquí). Por eso a muchos no se nos mueve una ceja cuando leemos todas estas noticias de que Apple o quien sea «va a lanzar un reloj medidor de glucosa no invasivo». Y es extraño que esta noticia haya salido de repente en multitud de medios al mismo tiempo. De ser ciertos, serían proyectos que han permanecido ocultos totalmente al resto del mundo durante todo su proceso de creación, lo cual hoy día no es fácil. De hecho, es casi imposible. Y es extraño también que ambas compañías puedan sacar un reloj medidor de glucosa al mismo tiempo y el mismo año. Pero lo que está claro es que este es un mercado emergente. Y también podrían ser de ese tipo de noticias que quieren hacer calar la sensación (o lo pretenden) de que esa empresa es puntera y que se va a meter en un área tan avanzada y concreta como la diabetes. Demostración de fuerza, de tecnología, de poderío. Pero bueno, imaginemos que hay algo de verdad en ello, ¿Cómo está ese supuesto desarrollo en ambas empresas?

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Imagen de las patentes registradas por Microsoft (sí, Microsoft, los del Windows) hace varios años relativas a un reloj medidor de glucemia no invasivo. ¿En qué quedó aquello?

En cuanto a la «empresa frutera» (como decía el genial Forrest Gump), desde 9to5Mac (enlace externo en inglés) se afirma que se podría estar trabajando en sensores infrarrojos que irían adheridos al reloj por su parte inferior; sensores que ya está utilizando hoy en ese aparato para controlar el ritmo cardíaco. Y esta nueva prestación ya estaría lista y saldría este mismo año con su próxima evolución del Apple Watch. Desde el blog A Sweet Life (enlace externo en inglés) afirman que la demostración de que Apple está interesada en la diabetes es porque Dexcom se integra hace tiempo con Apple Watch. Y One Drop (otra compañía de medidores capilares) también trabaja hace tiempo con Apple integrando sus datos en el iPhone. E incluso sus productos (los de One Drop) se venden en las tiendas Apple norteamericanas, mercado de One Drop.

Por su parte, con respecto a la empresa surcoreana, 9to5google escribe (enlace externo en inglés) que un nuevo Samsung Galaxy Watch 4 (que se anunciaría ya en la segunda mitad de este mismo año) estaría equipado con un sensor óptico de glucosa, esta vez basado en la espectroscopia Raman. Esta técnica espectroscópica analiza las longitudes de onda de las moléculas gracias a un pequeño láser. Según se informa en algunos medios especializados, Samsung y un equipo de investigación del prestigioso MIT norteamericano han estado perfeccionando esta técnica hasta alcanzar niveles de exactitud no vistos antes. Se dice. Se comenta. Pero… ¿qué hay de demostrable y seguro en todo esto? Nada. Si ambos desarrollos están a punto de salir al mercado, están siendo llevados más en secreto que la fórmula de la Coca-Cola.

¿Hay interés en crear un reloj medidor de glucosa? Sí. Mucho

Lo que sí es innegable es que han aumentado el número de servicios y apps de diabetes, algunos de ellos bebiendo del sistema Freestyle Libre, cuya política de vender su sensor a otras empresas para que lo ofrezcan con servicios variopintos (como por ejemplo en el deporte) es nuevamente acertada. O sea, que el interés por la medición de glucosa y -llamémosle- servicios paralelos es evidente y es creciente. Un mercado no sólo para las personas con diabetes, sino también deportistas (un área que cada vez se evidencia como más interesante y deseada por la gente), o para cualquiera que se preocupe por su alimentación y su salud. Conocer nuestra glucosa y cómo fluctúa ante nuestra dieta es realmente muy interesante y útil (que se lo  pregunten a cualquier dietista). Así que sí. Tiene sentido que empresas como Apple o Samsung empiecen a ver interesante este negocio de la medición de glucosa. Sobre todo cuando vivimos una etapa de hipermonitorización. Pulseras que nos vigilan el sueño; la tensión arterial, el ritmo cardíaco. Contamos nuestros pasos y cuánto nos movemos. Básculas que registran nuestro peso, porcentaje de grasa, magro, agua, proteína. Tenemos mútiples gadgets que generan datos muy valiosos para sacar conclusiones y mejorar nuestra salud. Ahora mismo estamos siendo muy monitorizados, pero NO se está sacando un excesivo partido de esos datos. Quien los analice y proporcione a su usuario conclusiones útiles tiene un negocio muy muy jugoso. Y eso algunos lo están empezando a ver. No sólo las empresas de la diabetes.

imasD Health, smartwatch que incluye la medición de glucosa no invasiva
ImasD Health, un proyecto español cuyos creadores prometían lanzarlo en 2016. Este producto (nonato, como los demás) tiene el honor de estar en el top  5 de los post con más visitas de mi blog . Aún hoy me siguen preguntando por el «reloj español» (imagen: Imasdtecnología).

Pero volviendo a los supuestos productos de Apple y Samsung, no hay datos. No hay fotos. No hay nada. Por tanto, sólo es una noticia sin ninguna prueba. Y nos lleva a concluir que de momento debemos seguir esperando. Yo no he leído al menos ninguna noticia hasta ahora de pruebas que me permitan pensar que hay un reloj medidor de glucosa a la vuelta de la esquina. Y por eso me extraña mucho que los analistas digan que ambas compañías sacarán esa prestación ¡este mismo año! Me cuesta creerlo sin haber visto una sola prueba, foto, estudio… Aunque lo que sí sabemos a ciencia cierta es que en Apple ya ficharon hace años a varias personas del mundo de la diabetes para este tema. O sea que es plausible pensar que tienen equipos de gente en ello trabajando desde hace tiempo. Imagino que se habrán estado estrellando contra el muro del que suelo hablar para referirme a los intentos de la industria por conseguir una lectura no invasiva fiable. Pero… ¿y si lo han conseguido? ¿Y si estamos a punto de ver ese sueño del reloj medidor de glucosa hecho por fin realidad? Y aquí es cuando muchos se preguntan… ¿Pero por qué aún no hay nada así inventado?

Reloj medidor de glucosa Pendra
El atractivo reloj medidor de glucosa Pendra nos puso a todos los ojos con espirales como en los dibujos animados hace ya muchos años (imagen: Dr. F. Flacke).

¿Por qué aún no está?

Más allá del único producto que salió al mercado en esta línea (Glucowatch) y que murió al poco tiempo por su escasa fiabilidad, desde entonces (y han pasado muchos años ya) no ha conseguido salir al mercado ningún otro reloj. Y eso a pesar de que estamos viviendo un tiempo en el que la tecnología ha dado un paso de gigante en el mundo de la diabetes. ¿Y por qué aún el famoso reloj medidor no invasivo se resiste a ser inventado? La verdad es que han habido muchos intentos. Muchos equipos distintos trabajando en ello. Algunos fueron proyectos demasiado pequeños como para conseguir el I+D necesario para desarrollarlo porque eran más intenciones que otra cosa. Otros tenían más músculo financiero. Pero todos fueron topando con una cruda realidad. La medición de glucosa intersticial mediante un método no invasivo no es tarea fácil. De hecho, es muy difícil. Y uno a uno se han ido estrellando contra el mismo muro, hoy lleno de proyectos y de intentonas, algunas más voluntariosas y otras más profesionales. Pero fracaso al fin y al cabo. ¿Y qué muro es ese? El problema no es que no puedan conseguir leer la glucemia de modo transdérmico. Eso se ha logrado. El problema está en la fiabilidad del sistema. En que sistemáticamente, cada varios minutos, el aparato lea sin falla una y otra y otra vez la glucemia. Y lo haga de un modo exacto manteniendo en todo momento un MARD consistente (El MARD es la diferencia porcentual entre la medición obtenida contra un sistema de medición de glucosa de referencia, generalmente en sangre y por sistemas de laboratorio con un hardware concreto). Por tanto, si no conseguimos que las lecturas sean sistemáticamente correctas o se mantengan en una cierta estabilidad… no podríamos fiarnos de ese sistema. Además concurre otra circunstancia. Quien desarrolle este aparato lo hará con un target muy concreto, pensando en las personas con diabetes. Por tanto, su dispositivo debería ajustarse a las especificaciones y requerimientos de un dispositivo de uso médico, que son más estrictas que si ese aparato se lanza a un mercado de consumo general. Y esto último dificulta aún más el éxito. Digamos que pone el listón muy alto sobre un sistema de lectura que hoy por hoy no es ni de lejos tan estable, exacto y preciso que los intersticiales invasivos que conocemos. ¿Pero por qué una lectura transdérmica no consigue ser tan exacta y sistemáticamente precisa como lo es los sistemas que todos usamos hoy día?

reloj medidor de glucosa Glucowatch
El Glucowatch, el primer (y único hasta hoy) medidor no invasivo en reloj que salió al mercado (imagen: Wiley Clinical Healthcare Hub).

Durante todos estos últimos años, hemos podido comprobar cómo los sensores intersticiales sufren a veces alteraciones en sus mediciones de un sensor a otro. Lo que para muchos es un expediente X o simplemente un sensor defectuoso, en realidad no es ni una cosa ni otra. Sencillamente es que en este asunto de la medición intersticial se dan unas cuantas variables relacionadas que muchas veces no tenemos en cuenta y que sin embargo afectan a la exactitud y consistencia de las mediciones sensor tras sensor. Citaré tan sólo algunas de ellas: lugar de la colocación, técnica de colocación, IMC de la persona, porcentaje de grasa corporal y su distribución, sudoración, temperatura corporal, hábitos durante el día y/o noche (posturas, sueño…), actividad deportiva, medicación… Y si un sensor que permanece estable bajo la piel está sujeto a tantas variables, imaginemos ahora las que debería tener contempladas un sistema de medición que además no es invasivo y llevas puesto sobre una muñeca de una manera no tan fija como el sensor interstical: sudoración… colocación adecuada de la correa y el sensor del reloj sobre la muñeca y en el punto justo, luz externa que pudiera afectar, vello corporal…

Con Nightscout podemos ver la glucemia del Dexcom
Hoy día sí podemos conseguir un reloj que muestre la glucemia pero sólo si tienes un sensor Dexcom o Menarini… o te has instalado el entorno Nightscout (Stephen Black / NightWatch)

Resumiendo: ¿será este el año?

Si volvemos a aterrizar en la Tierra tras soñar con este reloj mágico que no requiere insertarse nada en la piel, que no requiere consumibles a sustituir, que es mucho más simple de instalar y usar… hay que decir que a día de hoy, ver la glucemia en el reloj a tiempo real ya es posible, pero sólo en tres sistemas. El primero es Dexcom (enlace externo en inglés) que integra esa posibilidad en alianza con Apple para visualizar los datos en el Apple Watch. El segundo es el último sensor recién llegado; Glucomen Day CGM de Menarini (enlace externo), que en alianza con Fitbit permite visualizar las glucemias en estos smartwatch en tiempo real. Y para el tercero te tienes que salir del mundo comercial e ir a «lo alternativo», instalándote por tu cuenta la plataforma independiente y no comercial Nightscout (enlace externo en inglés). Con ella puedes conseguir ver la glucemia no con uno, sino con varios sistemas de medición intersticial del mercado. Y aquí acaban las posibilidades de ver glucemia en nuestro reloj. Pero siempre con un sensor clavado en algún recóndito lugar de nuestro sagrado cuerpo. Y lo que todos desean en silencio es que se pueda medir de modo no invasivo. En realidad, este deseo es tan tan viejo, que yo ya lo deseaba en los años 80, cuando empecé con mi diabetes. Y tú, sea cual sea la fecha de tu diagnóstico, seguro que también lo habrás deseado desde aquel día, por lejano que sea. Porque el eterno reloj medidor está siempre ahí. Y si estas noticias son ciertas… será este 2021 por fin cuando veamos ese sueño hecho realidad? ¿Qué opinas tú? Déjame tus comentarios aquí abajo.