La disfunción eréctil y la diabetes

Hace muchos años tuve una etapa en la que intentaba ir a todas las charlas posibles sobre diabetes. En ellas sólo me hablaban de las posibles complicaciones de la enfermedad. Por supuesto, salía de allí preocupado y pensando que con total seguridad aquello me pasaría a mí. Con el tiempo me di cuenta de que aquellas charlas únicamente eran información útil; aprendizaje. Conocer lo que podría pasar si no me cuido. Del mismo modo que si una persona sin diabetes acude a una conferencia en las que se hable de problemas cardiovasculares, que es la primera causa de muerte de cualquier persona. Y no por eso saldrá de allí pensando que morirá por un problema cardiovascular. Pasado un tiempo entendí que aprender y conocer lo que puede conllevar un mal control es también clave para abordar la enfermedad con mayor eficacia y compromiso. Personalmente, dentro de las posibles áreas de complicación de un mal control, siempre ha habido dos áreas que me han preocupado especialmente, aún no siendo las más importantes a nivel médico ni comprometen mi vida. Una era la retinopatía diabética. Y la otra de la que quiero hablar hoy; la disfunción eréctil. Un tema que además tiene un halo de secretismo que lo convierte casi en tabú. Muchas personas pueden sufrirla (por diversas razones, no sólo diabetes), pero muchas también lo callan por una vergüenza mal entendida. Así que rompamos un poco ese tabú. Hoy te daré varias informaciones de interés para conocer un poco la dimensión del problema, saber cómo actuar y tratarlo y te animaré a actuar si ya lo sufres pero no has dado aún el paso…

satisfacción en tu sexualidad
Imagen: Boston Scientific.

Disfunción eréctil, una complicación muy frecuente

La diabetes mal controlada produce unos daños evidentes en todo el organismo. Y entre ellas, afecta también al órgano sexual masculino. Concretamente a vasos sanguíneos y a estructuras nerviosas, necesarios ambos para que la estimulación sexual induzca a la vasodilatación de los cuerpos cavernosos del pene y produzca la erección. Y es cuando se produce la disfunción eréctil, un problema que afecta a (atención) la mitad de los hombres con diabetes, siendo de alrededor del 70% entre las personas con diabetes tipo 1. Un hombre con diabetes tiene hasta 3 veces más riesgo que la población sana y este problema aparece de media entre 5 y 10 años antes que en población sin diabetes. Por si fuera poco, el grado de disfunción eréctil con diabetes es también más severo y de más difícil tratamiento. Aunque hay otros muchos problemas de salud que tienen la disfunción eréctil como posible consecuencia, la diabetes es uno de los causantes principales de este problema. Por todo ello, es bueno conocerlo y estar atento para acudir al urólogo y tratarlo si se diera el caso.

[Tweet «La mitad de los hombres con #diabetESP podría sufrir disfunción eréctil»]

La estadística arroja una cifra potente que ilustra hasta dónde es importante este tema: la mitad de los hombres con diabetes padecerán disfunción eréctil durante los 10 años siguientes a su diagnóstico. Incluso se da la circunstancia de que este problema es el aviso de que esa persona tiene una diabetes aún no diagnosticada. Como puede verse, a pesar de no hablarse de ello tanto como otras complicaciones de la diabetes, la disfunción eréctil es sin duda un asunto importante y prevalente.

disfunción eréctil en diabetes
Disfunción eréctil en diabetes, un problema que hay que consultar con tu médico (Imagen: Boston Scientific).
QUÉ ES LA DISFUNCIÓN ERÉCTIL Simplemente se trata de la imposibilidad de conseguir y/o mantener una erección suficiente como para llevar a cabo una relación sexual satisfactoria. Una patología que afecta en gran medida a la autoestima y la calidad de la relación de pareja y conduce en muchos casos a problemas colaterales como ansiedad o depresión.

¿Y qué puedo hacer?

Lógicamente, el control de la diabetes es la primera y la más eficaz de las soluciones y tendrá beneficio no sólo en este tema, sino en todas las demás posibles complicaciones de esta enfermedad. Y con respecto a la disfunción eréctil, es importante estar atento a sus síntomas y consultar con el médico ante cualquier duda o posible detalle que nos haga pensar que sufrimos este problema. Pero sin duda -y de manera general para toda la población- una gran medida de prevención es la modificación de los hábitos de vida no saludables. La obesidad, el sedentarismo, las dietas desequilibradas y el tabaco son causantes de esta disfunción. En muchos casos (hasta el 25% de los casos) basta con adoptar una vida sana con ejercicio, dieta adecuada y dejar de fumar para solucionar el problema. Sin embargo, una vez el problema está instaurado, se disponen de varias alternativas.

  • La primera es el uso de cierto tipo de medicamentos que producen una dilatación de los vasos sanguíneos, y por tanto favorecen el aporte de sangre al pene, siendo este el mecanismo básico para mantener una erección. Actualmente en España disponemos de cuatro principios activos diferentes: sildenafilo, vardenafilo, tadalafilo y avanafilo, que se diferencian por su tiempo de efecto y el modo en que administran. El popular sildenafilo (conocido popularmente como la «pastilla azul») fue el primero en salir al mercado. El avanafilo es el más rápido en actuar (15-30 minutos antes de la relación sexual). Y el tadalafilo está aprobado para su toma diaria. Hay que indicar que todos ellos requieren prescripción y debe ser el médico (incluso a veces también el cardiólogo) quien evalúe nuestro caso para determinar el medicamento necesario. Por desgracia, en el caso de la disfunción por diabetes, la eficacia de estos medicamentos es menor, pudiendo llegar al 50% el porcentaje de casos en los que no resulta efectivo. Asimismo, indicar que en contra de la creencia de muchas personas, estas sustancias no producen una erección por sí solas; se necesita de estimulación sexual para que se produzca la erección.
  • Por otro lado, también existe la posibilidad de un simple tratamiento tópico (alprostadilo), que se administra por vía intrauretral o tópico en el meato uretral. Suele utilizarse al mismo tiempo que la medicación oral para potenciar su efecto.
  • Pero si las primeras opciones fracasan existe otro tipo de tratamiento: inyecciones de prostaglandinas intracavernosas. Se trata de fármacos vasodilatadores que se administran directamente mediante una inyección en los cuerpos cavernosos del pene. A pesar de lo aparatoso que pudiera parecer, el urólogo adiestra al paciente para que él mismo lo haga de manera autónoma en su casa.
  • Finalmente, existe la opción quirúrgica mediante implantes de prótesis en el pene; dispositivos hidráulicos que quedan integrados e invisibles dentro del cuerpo y que en los casos más graves permiten a la persona recuperar su autoestima y la calidad de su vida sexual cuando el resto de opciones ha fracasado. Este tipo de soluciones -sobre las que hay gran desinformación- son totalmente internas y por tanto no se aprecia nada desde fuera. Su funcionamiento es simple y la gran ventaja es que permite tener una erección en el momento que la persona elija, y una vez conseguida, puede mantenerla todo el tiempo que desee.
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La vergüenza

Es evidente que nuestra sexualidad es un tema muy personal y que no se va comentando por la calle con las amistades. E incluso en muchos casos produce un pudor tan grande que hace que no se exponga ni siquiera ante un profesional de salud. Por ello, es también un asunto oculto con un importante porcentaje de casos sin detectar. Sin embargo, está demostrado que una vida sexual satisfactoria está directamente relacionada con una mejora de la calidad de vida y la felicidad general. Por eso es importante vencer los miedos y las vergüenzas y acudir a nuestro médico si tenemos sospechas o indicios de este problema. Y como pasa también en otras posibles complicaciones de la diabetes… cuanto antes, mejor. Por eso, ante cualquier problema de erección, no debemos dudar en consultar con un urólogo o incluso en primera instancia con nuestro médico de atención primaria.

La sexualidad, un tema tabú
La sexualidad no debe ser un tema tabú y nuestro médico nos ayudará o dirigirá al profesional adecuado (imagen: Boston Scientific).

Este es sin duda un tema que produce reparo en muchas personas, hasta el punto incluso de no atajar un problema que podría tener solución. Por eso te propongo empezar por realizar desde tu casa un test totalmente privado y anónimo con el que si has tenido en algún momento o tienes disfunción eréctil (o la tiene tu pareja) puede ayudarte a determinar el alcance de la afectación y recibir consejo sobre qué debes hacer. Puedes acceder a este test en esta dirección:

Test de disfunción eréctil

Pero si lo que prefieres es hablarlo directamente con un profesional médico, este botón te mostrará los urólogos más cercanos a tu domicilio para poder elegir al que tú prefieras y comenzar tu proceso hacia la solución a tu problema.

Encuentra un experto en disfunción eréctil

Si no has sufrido de disfunción eréctil, entonces has aprendido un poco sobre ella y tienes un motivo más para cuidar nuestra diabetes, además de conocer que hoy tenemos diferentes y variadas alternativas para tratarlo. Y si lo sufres, te animo a que des el paso a romper ese miedo que nos limita en tantas cosas en esta vida, y a que contactes con tu profesional médico de confianza, ya sea el médico de atención primaria o el urólogo. Ese es el primer paso para sentirse más a gusto y recuperar una autoestima y una falta de calidad de vida que por suerte hoy día podemos solucionar gracias a los avances de que disponemos.

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Fuente: Tratamientos Disfunción Eréctil / Diabetes Madrid / Fundación Diabetes