¿Una cura para la diabetes?

cura para la diabetes
¿Hay que ser más cauto con las noticias que tratan sobre algo como la salud? Fuente: The Times

Como todos los días, el pasado viernes me senté en mi ordenador para echar una ojeada a lo que se cuece en diabetes. Y reconozco que me sorprendió cuando vi la portada del prestigioso diario inglés «The Times» con un titular a página completa y tipografía enorme que decía «Una cura para la diabetes al fin». Uno, que lleva ya 28 años con diabetes y ha leído y escuchado mucho, no se altera tan fácilmente, sobre todo cuando sabe que una «cura» no es algo que aparezca de la noche a la mañana, sino que es fruto de investigaciones consecutivas que van encadenando pequeños logros y avances y abren la puerta a otra mejora posterior. Y sobre todo, luego ese avance es reproducible una y mil veces. Y por eso pude leer la noticia tranquilo, sabiendo que fuera lo que fuera lo que iba a leer, sería un paso más (probablemente importante a juzgar por el titular) en esta carrera de fondo que es la investigación en diabetes. Y tras leerlo en varias fuentes, mi conclusión de profano en la materia (si me he equivocado en algo estaré encantado de que me corrijan) es que esto sería efectivamente un paso importante. En pocas palabras, el equipo de la Universidad de Harvard que está detrás de este avance lo que habría conseguido es una manera de producir grandes cantidades de células productoras de insulina y con la adecuada sensibilidad a la glucosa, por tanto totalmente funcionales como una célula beta de cualquier persona sin diabetes.

¿Es este descubrimiento una cura para la diabetes?

Evidentemente NO. Todos sabemos que la diabetes tipo 1 plantea -resumiéndolo mucho- dos problemas:

  1. Conseguir células productoras de insulina que sean funcionales y autónomas y consigan (estén donde estén implantadas) reproducir el metabolismo de la glucosa dentro del cuerpo como en una persona sin diabetes.
  2. Que esas células implantadas (a pesar de proceder de células compatibles con el propio paciente) no sean rechazadas y atacadas de nuevo como sucedió en el debut.

Y ahora estamos hablando del primer problema, pero el segundo sigue ahí y de momento no hay muchos avances en ese sentido, ni siquiera con células madre del propio paciente, por lo que muchas investigaciones se centran en cómo implantar esas células en un entorno aislado mediante encapsulamiento o técnicas similares, a fin de que no haya un rechazo por parte del cuerpo.

Así que una vez aclarados cuáles son los dos «problemas» de la enfermedad, ¿es esto una cura para la diabetes? Podemos decir que esto podría ser (continúo hablando en condicional; aún es pronto para juzgar) un avance significativo en el punto número 1. Y muy probablemente permitiría acelerar el desarrollo de nuevas investigaciones o las que ya estén en curso al disponer con más facilidad de una de las «herramientas» necesarias para trabajar; células beta en abundancia. Los investigadores de este proyecto equiparan el descubrimiento con el de los antibióticos. No tengo conocimientos como para juzgar esa afirmación, pero si es cierto, lo sabremos en los próximos años, ya que la investigación experimentaría un salto exponencial. De momento, un informe sobre este trabajo se ha publicado en la revista Cell (link al final del artículo). Pero no comparto en absoluto el tratamiento informativo que han dispensado a la noticia algunos medios, como «Al fin una cura para la diabetes» (The Times) o «Una cura inminente para la diabetes tipo 1» (The Telegraph). Me parecen insensatos y creo que en cuestiones de salud, hay límites que se deben cumplir a rajatabla. No hay exageraciones que valgan. Se juega con algo muy importante. Y la rigurosidad debe ser escrupulosa. Si la noticia es importante, debe explicarse con detalle y de una forma asimilable por el público, pero nunca dando por supuesto nada que aún la ciencia no haya conseguido.

Las personas con diabetes sabemos esperar

Mientras tanto, haremos lo que siempre hemos hecho (y sabemos hacer muy bien): esperar y dejar que la ciencia siga su curso. Porque a pesar de este u otros avances, hay algo evidente y que no se tiene en consideración: cada día hay miles y miles de personas que trabajan en todo el mundo intentando conseguir lo que todos deseamos. Muchos consiguen pequeños pasos, pero no se hacen famosos. Y esos pequeños pasos permiten avanzar despacito hacia el objetivo común. No hay conspiraciones de oscuras multinacionales farmacéuticas. No hay acuerdos que pretenden la pervivencia de una enfermedad tan sólo por motivos de interés financiero. Nadie va a asesinar por la noche a estos doctores de Harvard, destruir sus probetas, quemar su laboratorio y esconder su avance en un cajón. Todo lo que se va consiguiendo se hace público y se reproduce una y mil veces en distintos laboratorios del mundo, por lo que si uno lo deja, siguen siendo muchos los que continúan desde ese punto. No hay secretos. No hay zancadillas. La ciencia es imparable. Siempre lo ha sido y siempre lo será.

Y tú, ¿qué opinas sobre este supuesto avance? escribe tu comentario aquí debajo.

Termino con varios links a la noticia:

Aquí el link de Harvard

Aquí la noticia en ABC

Aquí info más técnica en la revista Cell

Y aquí un artículo de quien considera que el sensacionalismo de algunos medios es peligroso (y no le falta razón) en el diario 20Minutos