Midiendo cuerpos cetónicos con el aire espirado

Una de las situaciones de riesgo más comprometedoras para una persona con diabetes es la cetoacidosis, un proceso que se retroalimenta y que puede llegar incluso a comprometer la vida. Pero para llegar a esa fase hay antes una serie de mecanismos biológicos que se van produciendo y que comienzan por la quema de grasas como fuente de combustible principal, que sumados a una ausencia de insulina circulante generan los cuerpos cetónicos. Afortunadamente, este proceso no es nada común en diabetes, pero sí que puede darse con algo más de frecuencia en dos colectivos especialmente; el de las personas en tratamiento con bomba de insulina y en el de personas en tratamiento con los tan de moda inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2, conocidos popularmente por su acrónimo SGLT2. Asimismo, también se pueden generar cuerpos cetónicos en una situación muy frecuente: el deporte. Aunque esta última no tiene la peligrosidad de las dos anteriores por ser un proceso natural y controlado que se produce en sesiones deportivas de larga duración, entre las tres suman distintas escenas por las que una persona con diabetes podría querer tener un sistema rápido y sencillo para saber si tiene cuerpos cetónicos elevados. Y sea cual sea el tratamiento que tengas, la vigilancia ante esta situación y sus síntomas es siempre conveniente. así como saber exactamente cuál es el procedimiento para solventarlo, lo cual puedes leer en esta entrada sobre qué hacer cuando tienes cuerpos cetónicos.

Hoy, seguimos teniendo que utilizar una tira reactiva a la que le aplicamos una gota de sangre. Algunos medidores de glucosa capilar incorporan esta función de medición de cuerpos cetónicos, lo cual es una ventaja con respecto al pasado, cuando los medíamos en orina. Y ya que estas sustancias de deshecho se eliminan no sólo por el riñón sino también por el sistema respiratorio… ¿por qué no analizar los cuerpos cetónicos por la respiración que es más cómodo? ¿Y qué diferencia hay entre analizarlo en sangre y en el aire?

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Los cuerpos cetónicos

Eso de cuerpos cetónicos a mi siempre me ha sonado a una especie de extraterrestres de peli de serie B: ¡»La invasión de los cuerpos cetónicos», ya en cines! Seres antropomorfos, de cuerpo delgado y rectilíneo, andares con sensación de flotabilidad y carentes de ojos al uso. Definitivamente, lo de «cuerpos» me despista un poco. Pero volviendo a la realidad… ¿qué son estas sustancias que conocemos por su nombre y no demasiado en profundidad? En resumen, son compuestos químicos producidos por la degradación de los ácidos grasos en un proceso llamado cetogénesis (enlace externo). En realidad son deshechos, además de sustancias tóxicas para el organismo. Y este las elimina continuamente, ya que este proceso químico se produce de modo natural en el cuerpo en multitud de ocasiones. Pero en el caso de la diabetes tipo 1, bajo ciertas circunstancias pueden acumularse en cantidades excesivas y peligrosas, dando lugar a la cetoacidosis diabética.

Los cuerpos cetónicos son el ácido acetoacético (acetoacetato) y el ácido betahidroxibutírico (β-hidroxibutirato). El primero -tras un nuevo proceso químico- degrada en acetona, un compuesto volátil que el cuerpo puede eliminar a través del aire con la espiración. Y ahí es donde estos medidores de los que hoy quiero hablar entran en juego. Y el segundo cuerpo cetónico -el beta hidroxibutirato- se acumula en sangre y el cuerpo intenta eliminarlo a través de la orina. Tradicionalmente medir la acetona era algo «sencillo» y sin instrumental. Bastaba con oler el aliento de la persona y reconocer el inconfundible olor «como a manzana» que genera la acetona espirada. Pero para medir más fielmente se recurría a las tiras reactivas en orina, aunque nos informaban de una situación que había empezado horas atrás, por lo que no eran muy útiles. Hoy día, los sistemas de medición en sangre que incorporan muchos medidores de glucemia ya nos permiten saber con exactitud la acumulación de beta hidroxibutirato en tiempo real, y así tomar medidas más eficaces.

Por tanto, si nos dieran a elegir, cualquier persona podría elegir el análisis de cuerpos cetónicos por el aire espirado como el sistema más interesante y sencillo.  Desde hace ya unos cuantos años diversas empresas han ido perfeccionando aparatos que tan sólo con nuestro aire nos permita saber cuánta acetona estamos expulsando. Ya hablé hace algún tiempo en esta otra entrada, pero ahora hay más aparatos y te los repaso en este nuevo artículo.

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El «alcoholímetro» de la diabetes

Uno de los últimos que han aparecido y que tiene mejor pinta es el creado por Biosense (enlace externo en inglés). Un analizador de cetonas en aire espirado. Para una persona con diabetes, al igual que la medición intersticial ha supuesto un gran avance en calidad de vida y tranquilidad al saber en todo momento nuestra glucemia, un sistema de medición instantáneo de los cuerpos cetónicos de un modo rápido, indoloro e incruento sería una excelente noticia para todos.

Medidor de cuerpos cetónicos en aire Biosense
El sistema Biosense tiene un medidor muy pequeño y envía toda la información al smartphone (imagen: Biosense).

El dispositivo mide el aire espirado al estilo de cualquier alcoholímetro conocido, en los que al soplar se detecta la cantidad de alcohol. En este caso, Biosense (enlace externo en inglés) mide la acetona presente en el aire. Y según sus creadores, su medición tiene mayor validez al utilizar lo que ellos llaman medición de «pulmón profundo», que no es más que utilizar las últimas muestras de aire espirado, suponiendo que éstas provienen de las partes menos «ventiladas» del pulmón. El resultado de la medición se da en lo que denominan unidades ACE, siendo cada una aproximadamente 10 veces el resultado de la cetona en sangre (10 ACE sería 1,0 mmol en sangre). El sistema consta del aparato y una app de control que permite volcar el histórico de datos. El coste es de 299 dólares norteamericanos, a lo que hay que sumar las boquillas, ya que son desechables. Posteriormente, cada boquilla cuesta 3 dólares más (el fabricante recomienda cambiarla cada 3 meses).

¿Esto es fiable para mi diabetes?

Esta sería la pregunta del millón. Algunos de estos aparatos tienen la aprobación de la FDA como dispositivo médico de clase 1. Pero se anuncian constantemente como herramienta para la gestión de la cetosis nutricional. Este estado de quema de grasas permanente es el que se busca con ciertas dietas bajas o carentes de hidratos de carbono. Ante esa situación, el cuerpo comienza a quemar grasas almacenadas y generar cuerpos cetónicos como subproducto químico de esa reacción. Para que una persona pueda «chequear» que su dieta está siendo efectiva, este dispositivo sería una buena y sencilla manera de hacerlo. En ningún momento estos aparatos citan a la diabetes como posible uso de sus sistemas. ¿Pero podrían servirnos como sistema de aviso? Aunque hay que recordar que estos aparatos sólo nos avisan de la acetona, no del beta hidroxibutirato, el otro cuerpo cetónico que se acumula en sangre. Pero quizá podría servirnos como sistema de alerta temprana y sencilla, aunque la valoración exacta de la situación siempre deberá hacerse midiendo en sangre.

Pero hay muchas alternativas

En el mercado tenemos varios de estos aparatos que más o menos vienen a medir la acetona de modos similares. Sin embargo, algunos cuentan con certificación de FDA… otros no… unos son bastante más caros que otros… ¿cuál elegir? Sinceramente no lo sé. Aquí os pongo varios de ellos. KetoHC (enlace externo en inglés) es un aparato sencillo, pequeño y barato. Poco más de 40€. Otro aparato similar es House of Keto Monitor (enlace externo en inglés). Al igual que el anterior, es un aparato que forma parte de una empresa que se dedica al control de peso y dietas cetogénicas, en las que monitorizar las cetonas es importante. El aparato de House of Keto cuesta 30$ estadounidenses. Otra empresa dedicada a las tan de moda dietas cetogénicas (o keto en inglés) vende también su aparato medidor por separado, aunque se dedican sobre todo a la venta de planes de dieta. Pero se puede adquirir solamente el medidor por 99$ estadounidenses. La web se llama Key Eats y el aparato se llama Keyto Breath (enlace externo en inglés).

Medidor de cuerpos cetónicos en aire
En internet hay multitud de sitios web donde podemos encontrar este tipo de aparatos (imagen: Shopee.com)
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Por contra (y diría que en otro nivel) están otros aparatos con un precio sensiblemente más caros. Por ejemplo LevlNow (enlace externo en inglés), un sistema aprobado por la FDA, lo cual en teoría debería otorgarle más nivel de confianza. Este es en realidad un sistema más complejo que consta de una boquilla sobre la que se aplica el aire espirado, la cual después se introduce en una caja que es el analizador y ésta nos envía el resultado por Bluetooth al smartphone. No indica el precio. Ni siquiera si se puede comprar. Yo entiendo que aún no está comercializado, pero tiene que ser sensiblemente más caro que los anteriores. También a otro nivel de precios estaría Ketonix (enlace externo en inglés), una empresa sueca que lleva ya unos cuantos años vendiendo su medidor de cetonas por aire espirado. También aprobado por la FDA, dispone de varias versiones de su sistema: con conexión por cable USB (con y sin batería incorporada) y con conexión Bluetooth (con y sin batería incorporada). Por tanto, los precios varían desde 140$ a 240$ estadounidenses en función del modelo elegido.

Finalmente, Ketoscan (enlace externo en inglés) es un medidor surcoreano con un tamaño muy reducido y que en tan sólo tres segundos da lectura sobre el nivel de acetona espirado. También está aprobado por la FDA norteamericana. Ketoscan se sincroniza con el smartphone a través de su propia app, pero también lo puede hacer con iOS Health, Samsung Health y Google Fit.

Medidor de cuerpos cetónicos en aire Ketoscan
Ketoscan es reducido de tamaño y de aspecto muy futurista (imagen: Andatech Medical).

Si buscas en la Red podrás encontrar muchos de estos aparatos, que yo diría que básicamente se agrupan en dos categorías; los caros y los baratos. Los primeros tienen un precio sensiblemente alto y parece que tiene más sentido siendo un aparato médico y sabiendo lo que valen hoy día las cosas. El segundo grupo son en su mayoría de un precio sospechosamente barato teniendo en cuenta lo que todo valen las cosas en la actualidad. ¿Cuál es mejor y más exacto? Buena pregunta. Yo tengo auténtica curiosidad por saber si miden relativamente bien. Si adquieres alguno de estos dispositivos que te presento aquí, me encantará que me cuentes cómo te va y que lo cotejes con las mediciones del medidor capilar de cuerpos cetónicos. Personalmente, creo que podrían ser útiles para el día a día en distintas situaciones especiales, como una enfermedad, o para la práctica deportiva. Aunque como he dicho, siempre habrá que cotejar con la medición en sangre, pero podrían servir como sistema de alerta temprana de modo sencillo y rápido.