En busca del control absoluto

Tecnologías para controlar la glucosa

Es habitual que una persona conductora se sienta ligeramente incómoda cuando tiene que hacer un viaje y no es ella la que conduce el vehículo. Preferiría conducir porque le da mayor sensación de control. Del mismo modo que en un avión siempre tendremos más ansiedad porque no tenemos ningún control sobre la situación. Y en diabetes también necesitamos esa sensación de control. Gracias a los profesionales sanitarios que nos atienden y a los conocimientos adquiridos, debemos tener la percepción de que la situación está razonablemente controlada. Eso otorga confianza y seguridad, además de que -lógicamente- aumenta las posibilidades de mejorar la gestión de la enfermedad. Saber qué estás haciendo y porqué lo haces. Pero también saber qué opciones tienes y qué expectativas se presentan en un futuro. A la gran mayoría de personas con diabetes (especialmente a los tipo 1) les/nos resulta gratificante conocer cualquier información que revele una actividad investigadora relacionada con la diabetes porque eso implica -como dijo un inefable ex-Presidente del Gobierno español- que «estamos trabajando en ello». Y dentro de esta investigación, no sólo resulta esperanzadora la relacionada con la etiología (el origen) o el tratamiento regenerativo (que incide en recuperar las partes dañadas o no funcionales), sino también la relacionada con la mejora de la calidad de vida. Una calidad de vida que puede provenir desde una nueva insulina hasta un medidor continuo de glucosa o una app o plataforma de gestión de datos de diabetes. Tecnología e investigación se entremezclan para conseguir tanto controlar la glucosa como una vida más llevadera con la enfermedad.

Controlar la glucosa es como pilotar una aeronave
Controlar la glucosa requiere un pilotaje constante (imagen: unsplash, Pixabay).

Por suerte, asistimos en la actualidad a una época de mejoras que se suceden a un ritmo vertiginoso. Y a pesar de que casi todos los movimientos relacionados con la investigación y/o tecnología para la diabetes provienen de Norteamérica (donde radican muchas de las sedes mundiales de las principales compañías) el reciente congreso Advanced Technologies and Treatments for Diabetes ATTD celebrado en Milán nos ha dejado informaciones interesantes sobre varios desarrollos que ya son bastante conocidos y han suscitado (aún más) el interés de la comunidad de personas con diabetes. Medición continua, medicina regenerativa y sistemas inteligentes de páncreas artificial. Desarrollos que sin darnos cuenta están perfeccionándose cada día que pasa. Ahora «tan sólo» deben llegar a ser accesibles a todas las personas con diabetes. Una tecnología que ayuda a la salud pero que no es accesible a los pacientes es un auténtico sinsentido. Seguimos aún con una gran brecha en este aspecto. Brecha que deben replantearse varios agentes que se mueven dentro del mundo de la salud.

Dexcom

Controlar la glucosa puede ser más fácil a una tecnología tan útil y demandada por los pacientes como es la medición continua. La empresa norteamericana desarrolladora del sistema de medición continua del mismo nombre continúa con la implantación de su nuevo modelo; el G5. Disponible ya en EEUU, en España seguimos esperando el desarrollo de una app de control desde el smartphone para el entorno Android, ya que el sistema se lanzó en Estados Unidos sólo con la versión iOS, otra demostración más del aparente escaso interés que demuestra esta empresa por el mercado exterior. Allí la marca de la manzana está plenamente implantada, pero en Europa el sistema Android copa la mayor parte de cuota en el mercado de smartphones. Si Dexcom quiere hacerse grande por todo el mundo debería cuidar estas cosas y no lanzar un producto dando por hecho que todo el mundo tiene un teléfono de cierta marca. Punto en contra para Dexcom, que sin embargo, sigue haciendo las cosas bien en lo referente a sus acuerdos de integración con otras empresas de bombas de insulina, a las que les brinda su depurada tecnología de medición continua.

Nuevo emisor y aplicador en Dexcom
Nuevo emisor y aplicador para la próxima generación de Dexcom (Foto: Diatribe.org)

Y mientras seguimos esperando el desarrollo de esa versión Android para que el nuevo G5 llegue a España, tan sólo sabemos varias cosas. Algunas buenas y otras no tanto. La buena es que el nuevo G5 está aprobado para tomar decisiones terapéuticas, por lo que se pueden establecer dosis de insulina fijándose únicamente en el valor que muestre el Dexcom G5 (ojo, sólo el G5 o el G4 Share americano con el nuevo firmware). Eso es un grandísimo punto a favor y algo que deberán publicitar mucho y bien, ya que los convierte a día de hoy en el único medidor continuo del mercado que dispone de esa catalogación. Y aunque esto reduce sensiblemente el número de pinchazos en el dedo para medir la glucemia, no los elimina, ya que debemos seguir midiéndonos en el dedo para calibrar el dispositivo. Y la parte mala del nuevo aparato es que el nuevo transmisor Bluetooth tiene una vida útil de tan sólo 3 meses, lo cual -a falta de conocer los PVP en España- hace temer que su precio pueda ser mayor que ahora, aunque ojalá esté equivocado. Por otro lado, desde EEUU se confirma que Dexcom tiene preparado ya un nuevo receptor, más moderno y funcional que el actual, que incorporará pantalla táctil y la posibilidad de comunicarse (parcialmente) con algunas bombas de insulina, como la Tandem, Omnipod o Animas Vibe. Si dispones de una de esas bombas (en España tan sólo está soportada por nuestro SNS la Animas Vibe), la insulina administrada se visualizará en el Dexcom al igual que lo hace el valor de la glucemia instantánea. Finalmente, un nuevo insertador (que ya les hacía falta, el actual es bastante malo) al estilo del excelente aplicador del FreeStyle Libre de Abbott. Todos estos cambios están previstos inicialmente a finales de este mismo año en EEUU (no se sabe aún cuándo estarán en Europa ni España).

[Tweet «Este año la FDA dará luz verde al #DexcomG6 #diabetESP «]

Pero aún más allá, la evolución continua para la empresa norteamericana, y desde Dexcom afirman que este mismo año 2016 esperan obtener el ok de la FDA norteamericana para su siguiente generación; el G6. Este nuevo sistema mejorará (aún más) la exactitud (el G5 se mueve en el 9% MARD), requerirá una única calibración diaria y se dice que probablemente su vida oficial (esperemos que la oficiosa siga pudiendo estirarse como el chicle) se alargará hasta los 10 días. La velocidad de desarrollo de la tecnología de medición continua de Dexcom empieza a ser casi hasta excesiva. Esperemos que este crecimiento (y el consiguiente aumento de ventas) redunde al menos en un descenso de costes de un sistema que tiene el elevado precio de venta como caballo de batalla principal.

Senseonics MCG

Continuando con la medición continua como base para un control absoluto, se está demostrando que la medición intersticial de glucosa es un proceso complejo. No tanto por la mecánica (los fundamentos químicos son básicamente los mismos que los de la medición de glucosa capilar por tira reactiva), sino más bien por las muchas variables que influyen en dicho proceso. Y particularmente complejo es el proceso de lectura intersticial si la lectura de glucosa se produce a distancia sin invadir nuestro cuerpo con objeto alguno. Un deseo para muchos, pero la realidad es que casi todos los proyectos realizados hasta la fecha en medición no invasiva se han ido estrellando contra el mismo muro: la falta de exactitud. A día de hoy la medición invasiva sigue siendo la manera más fiable de controlar la glucosa y la que puede obtener el visto bueno de las Administración Sanitaria para su comercialización. Pero dentro de esta tipología, hay alternativas interesantes como la de sensores permanentes implantables.

Vista en detalle del chip implantable de Senseonics
El chip implantado podrá leerse mediante NFC (imagen: http://www.all-electronics.de/ ).
[Tweet «Ensayos clínicos en curso para el MCG Senseonics #diabetESP «]

Hace algún tiempo hablé en el blog de este sistema de medición continua de la empresa Senseonics. Este dispositivo (que por el momento tiene el mismo nombre que la empresa que lo desarrolla) consta de un micro tubo en miniatura que se implanta bajo la piel y tiene una duración de 90 días. Ese micro tubo es el encargado de leer la glucosa intersticial. Pero además del sensor, debemos llevar adherido al brazo un transmisor, el cual lee esas glucemias del sensor por tecnología Near Field Communications (NFC) y las envía al smartphone. A día de hoy ese dispositivo sigue su desarrollo y la empresa norteamericana que lo ha creado (enlace externo en inglés) se encuentra ya en fase de ensayos clínicos con pacientes reales. Sigo teniendo curiosidad por este sistema, que no utiliza la tradicional lectura por contacto de una enzima con los fluidos corporales, sino que el sensor está encapsulado y aislado del cuerpo. Una tecnología de diodo ilumina un polímero, el cual cambia de color en función de la glucosa que lo rodea. Actualmente se están buscando voluntarios para estos ensayos clínicos en la web de clinicaltrials.gov.

Controlar la glucosa con iLET

Otra de las mejores maneras (probablemente la mejor) de conseguir controlar la glucosa de manera casi absoluta puede venir a través del eterno proyecto del páncreas artificial. Un sistema de bomba de insulina de asa cerrada totalmente autónomo e inteligente y que gestione por sí mismo las fluctuaciones glucémicas de la persona durante todo el día. Llevamos ya bastantes años buscando y esperando ese sistema, pero cada vez está más cerca. Uno de los proyectos más interesantes y avanzados es el iLET. Este novedoso sistema de gestión autónoma (que revolucionó a mucha gente cuando se presentó) consta de una bomba de insulina y un sensor de medición continua. Pero además, su novedad principal radica en la inclusión de una segunda bomba con glucagón, la hormona contraria a la insulina y que en un cuerpo sano está también en continuo balance y equilibrio con la primera. Un innovador planteamiento que ha sido seguido con gran interés durante el pasado ATTD de Milán.

iLET, el páncreas artificial con doble hormona, permite controlar la glucosa automáticamente
iLET, el páncreas artificial con doble hormona (imagen: www.artificialpancreas.org).

Según sus creadores, el Bionic Pancreas (enlace externo en inglés) será sometido a ensayos clínicos a comienzos de 2017. El Páncreas Biónico es realmente una revolucionaria evolución de las actuales bombas de insulina, y ha sido también probado únicamente en su configuración con insulina (sin glucagón), afirmando sus creadores que «muestra una eficacia similar a otros dispositivos de infusión continua de insulina». Quizá una de las grandes y vistosas aportaciones de este sistema es que el usuario no debe estar reprogramando el dispositivo constantemente como sucede ahora con las bombas de insulina. Con el Páncreas Biónico tan sólo es necesario decir qué cantidad de comida relativa tienes delante («mucho», «normal» o «poco») y el aparato se encarga del resto. Sin conteo de carbohidratos por parte del usuario. ¡Increible!.

[Tweet «Una bomba de insulina inteligente con glucagón #diabetESP «]

Este desarrollo (liderado por la Universidad de Boston y el Hospital General de Massachusetts) se apoya en la tecnología de medición continua de Dexcom y en el glucagón estable y reconstituido que desarrolla la empresa Xeris Pharma (enlace externo en inglés). Los creadores de este Páncreas Biónico afirman que una versión sólo con insulina (sin glucagón) podría comercializarse en 2018 si todo va bien, lo cual podría indicar quizá que la inclusión de una bomba adicional de glucagón no sea tan importante en los resultados obtenidos.

El «asa cerrada» de Medtronic

Al margen de proyectos como iLET, todas las empresas relacionadas con la tecnología de diabetes estarían encantadas de dar la campanada con la «bomba de insulina definitiva»; un sistema autónomo e inteligente que no requiera prácticamente intervención humana. Esto -que aún vemos como algo imposible a día de hoy- es algo en lo que trabajan simultáneamente distintas empresas. Y también en el pasado ATTD de Milán la empresa Medtronic habló de su siguiente generación de bombas de infusión continua de insulina. Si estamos aún conociendo en todo el mundo la reciente MiniMed 640G, en la empresa norteamericana ya están realizando los ensayos clínicos para testar su siguiente generación, la 670G.

MiniMed 670G con sensor continuo Enlite3
MiniMed 670G con sensor Enlite3, ya en pruebas (Imagen: DiaTribe).

Este nuevo sistema integrado es capaz de predecir y tomar medidas -en colaboración con su sistema de medición continua de Medtronic- tanto en hipo como en hiperglucemias, suponiendo un paso más allá con respecto a su hermana pequeña la 640G, que sólo actúa automáticamente en hipoglucemias. Desde Medtronic esperan que los ensayos en curso sean exitosos y la FDA pueda autorizar este nuevo dispositivo este mismo año, habiéndose marcado como objetivo lanzar la 670G en abril de 2017. El nuevo sistema incorporará también el nuevo sensor Enlite3, que mejora el actual en exactitud. Pero a pesar de la mejora del sensor, la 670G parece que no aplicará automáticamente bolos de corrección basándose en las lecturas del sensor y lo hará sólamente tras haberse medido el usuario una glucemia capilar, confirmando después el usuario el bolo sugerido por la bomba. Lo que sí hará la 670G de manera automática es modular la tasa basal para mantener las glucemias en rango entre comidas. Por tanto, podríamos considerar a la 670G como un paso intermedio, una manera mucho más efectiva de controlar la glucosa y encaminada hacia el asa cerrada real. Desde Medtronic están trabajando en este tema gracias a la colaboración con los desarrolladores del software de páncreas artificial Glucositter (enlace externo en inglés), proyecto participado no sólo por Medtronic, sino también por otras entidades de prestigio como la Joslin Diabetes Center y del que ya hablé en su día en este blog (post sobre Glucositter).

[Tweet «Esperando la llegada de la #MiniMed670G #diabetESP «]

Encapsular células beta

controlar la glucosa con células beta encapsuladas
El dispositivo de Viacyte (imagen: california stem cell report)

Si hay un área de la medicina regenerativa que suscita interés entre las personas con diabetes es el relativo a la terapia celular. A pesar de que hace ya unos cuantos años que se han realizado innumerables trasplantes de células beta que se han vendido a la sociedad como curativos, la raíz del problema sigue latente y estas personas tan sólo obtenían una solución temporal. Por tanto, sin tenerse aún muy clara la causa por la que el sistema inmunitario ataca a las células productoras de insulina (en la diabetes tipo 1), gran parte de los trabajos con medicina regenerativa se han encaminado hacia conseguir la manera de implantar células beta operativas y estables sin tener que recurrir al tratamiento de inmunosupresión. Y todo ello mediante procedimientos ambulatorios y sencillos. Para ello, se opta por el encapsulamiento de estas células en algún medio biocompatible y permeable sólo bajo ciertas condiciones o a ciertos elementos, de tal manera que las células beta puedan interactuar con su entorno y detectar la necesidad de producir insulina. Y que esta insulina producida pueda salir de la «cápsula» hacia el resto del cuerpo. Y finalmente, que los linfocitos del sistema inmunitario no sean capaces de atravesar dicha protección y destruir el banco de células beta sanas. Uno de los trabajos más avanzados en esta vía es el desarrollado por Viacyte con su VC-01. Este sistema denominado Encaptra es en realidad un sistema de dispensación de medicamentos, y uno de los usos más interesantes es sin duda en el campo de la diabetes tipo 1. Además, recientemente Viacyte ha unido sus recursos a la multinacional Johnson & Johnson para el desarrollo e impulso de este proyecto tan prometedor.

[Tweet «Células beta para controlar la #diabetESP #ViaCyte «]

Actualmente Viacyte está desarrollando ensayos clínicos en fase I/II en Estados Unidos (enlace externo en inglés) de su sistema VC-01 para la administración de insulina. Este sistema otorga la capacidad real de producir células beta de manera continua y sostenida sin ningún tipo de inmunosupresión, lo cual permite que -aunque temporalmente- se pueda controlar la glucosa del mismo modo que una persona sin diabetes. Una interesante alternativa que si prospera en sus ensayos clínicos y llega a buen puerto, cambiaría radicalmente la vida de las personas con diabetes, equiparándolas por completo a la de una persona sin esta enfermedad. Incluso se está creando un documental narrando la evolución y las experiencias de las personas implicadas en este implante de células beta a través de vídeos en la web The Human Trial (enlace externo en inglés). En el siguiente vídeo puedes ver esta iniciativa:

Fuentes: Healthline / ClinicalTrials / DiaTribe / Diabetolognytt / Viacyte / A Sweet Life / DiaTribe (novedades para el 2016) (enlaces externos en inglés)