Todos los que estamos metidos en el asociacionismo, sabemos lo difícil que es conseguir notoriedad de cara a aumentar nuestros socios o dar a conocer nuestra labor. Y una de las pocas ocasiones que tenemos es en el Día Mundial de la Diabetes, en el que precisamente se conciencia a la población de la importancia de esta enfermedad creciente. A los no diabéticos de la importancia de unos hábitos de vida saludables para evitar la diabetes tipo 2. A las personas con diabetes, de la importancia de cuidarse y seguir las pautas e indicaciones de cara a minimizar o evitar las complicaciones de esta enfermedad. Y finalmente, a las autoridades de todos los ámbitos (locales, autonómicas y nacionales), para que adopten las políticas necesarias para contener este problema creciente y establezcan unas coberturas y prestaciones acordes a las necesidades de esta enfermedad, no dejándose llevar por recortes mal entendidos o por elegir uno u otro consumible sin mirar más allá de su precio unitario.
Este es el único día en el que los medios te hacen un poco de caso, las organizaciones suelen colaborar (insisto en «suelen», pero no es seguro que lo hagan) y se consigue una visibilidad necesaria para poder divulgar el mensaje del Día Mundial, además de por supuesto, darnos a conocer como entidad de ayuda a las personas con diabetes. En la Asociación Vizcaína de Diabetes este año hemos podido contar con la colaboración y el apoyo de una gran empresa que ha puesto su granito de arena para que se nos vea un poquito más durante esta efeméride. Se trata de Metro Bilbao, que nos ha cedido un espacio en sus máquinas expendedoras de billetes para insertar nuestro mensaje del Día Mundial. Y como miembro del equipo de ASVIDIA, también desde mi blog quiero hacerme eco de esta noticia y desde aquí agradezco personalmente a Metro Bilbao por su apoyo. Y este que tenéis debajo es el mensaje elegido por nosotros y que desde el día 8 hasta el 14 aparecerá en todas las estaciones de la red de Metro Bilbao. Un mensaje en el que se intenta hacer «clic» en la persona que lo lea, y que reflexione sobre la gran cantidad de personas que, sin saberlo, viven a su lado con diabetes, incluso sin saberlo.
