Hay cosas que no cambian

Los que llevamos muchos años con la diabetes a cuestas hemos conocido cosas que a cualquiera con menos recorrido le pondrían los pelos de punta: jeringuillas reutilizables que había que hervir con cada uso y que eran de cristal… la espantosa e inhumana sacarina como único edulcorante con el que incluso había incomibles alimentos dulces… viales con insulina que había que transportar a todas partes empaquetados en plásticos aislantes junto con una o dos jeringuillas y que convertian el acto de pincharse en algo que te obligaba a hacerlo en privado… medidores que daban la glucemia en 3 eternos minutos… insulinas de cerdo de efecto supuestamente rápido que comenzaban a actuar pasadas un par de horas… los libritos para anotar las glucemias porque los medidores no tenían memoria… Por suerte, las cosas -aunque a veces imperceptiblemente- han evolucionado mucho. Y quienes hemos sufrido alguna de aquellas cosas, hoy día sabemos valorar todo lo que se ha avanzado y conseguido en diabetes.

Hoy, incluso hasta los medidores y las bombas de insulina han sucumbido a la moda y presentan aspectos más tecnológicos, fundas de colores como los móviles, bolsos de transporte del medidor con atractivos diseños, apps de gestión de la diabetes para tener en nuestro smartphone e incluso medidores que se integran como parte del teléfono y es éste el que mide la glucemia (iBGSTAR de Sanofi). Somos mucho más modernos que antes.

Pero sin embargo, algunas cosas no cambian. A pesar de nuestro moderno smartphone o tablet con apps de diabetes, a pesar de tener acceso instantáneo por internet a cualquier información de la enfermedad, a pesar de tener medidores que se comunican por bluetooth con el teléfono, a pesar de medidores continuos y de ISCI más inteligentes, seguimos teniendo que pincharnos. Seguimos teniendo hipoglucemias traicioneras y sorpresivas que sobrevienen en los momentos más inoportunos. Seguimos teniendo con frecuencia los famosos Expedientes X de la diabetes. Seguimos teniendo dificultad para mantener a raya la diabetes que muchas veces parece ir por libre. Seguimos teniendo que llevarle al médico los datos de nuestro medidor. Y seguimos teniendo siempre en nuestro bolsillo algo azucarado junto con el medidor como compañeros inseparables, allá donde vayamos. La diabetes es una carrera de fondo, pero algunas cosas no cambian a pesar del paso del tiempo…

Oscar López de Briñas Ortega
@oscarbrinas

http://www.youtube.com/watch?v=FtPjpuhs-jA