Glucagón inhalado

El glucagón que no se pincha

A pesar de que el glucagón es un medicamento que casi nunca se utiliza, el momento de uso es siempre de alto estrés, e incluso de total ignorancia, pues en no pocas ocasiones se da la circunstancia de que debe ser administrado por personas que no tienen demasiada idea de cómo ponerlo o de qué es lo que están poniendo. Cuando alguien debe echar mano de la caja naranja, las prisas y los nervios son extremadamente altos porque la persona que lo necesita está inconsciente, situación que genera per se un alto nivel de estrés entre las personas que se encuentran alrededor. Esa situación es por tanto, una confluencia de nervios, apresuramiento, deseo de rapidez, desconocimiento, confusión… Por eso, dada la potencial peligrosidad en esos momento de hipoglucemia severa, facilitar las cosas es clave para resolver con éxito el episodio. Y por eso hay empresas muy interesadas en nuevos modos de administración del glucagón. Locemia Solutions es una de ellas y lleva tiempo desarrollando una variante inhalada de la hormona glucagón, que no sólo simplificaría el proceso previo (el medicamento actual hay que reconstituirlo primero antes de administrarlo), sino que facilitaría la administración por parte de cualquier persona no habituada a las inyecciones. Pero al margen de Locemia, otras empresas trabajan en una versión de glucagón inyectable, pero lista para usar y totalmente estable. ¿Para qué? Muy sencillo, para incorporar a las nuevas bombas de insulina de asa cerrada que se están desarrollando y que, para ser completas, requieren no sólo de insulina, sino también de glucagón, ya que deben ir administrando una u otra hormona según lo necesite el cuerpo del paciente.

Presentación del glucagón inhalado en ATTD 2015
Presentación de Locemia en la ATTD 2015 (Imagen: DiaTribe)

Cómo funciona el glucagón inhalado

Por supuesto, la primera pregunta que surge es «¿Cómo va a utilizar un inhalador una persona inconsciente?». En el caso del glucagón de Locemia, el producto no necesita la inhalación activa por parte del paciente, sino que la pulsación del preparado en la nariz de la persona deposita la sustancia en las fosas nasales y es ahí donde se produce la absorción. Aunque esta modalidad de administración es lógicamente un poco más lenta que la vía hipodérmica tradicional (según Locemia, unos cinco minutos más lenta en el glucagón inhalado), queda compensada en parte con el tiempo de preparación previo que requiere el glucagón inyectado, que debe ser primero reconstituido al encontrarse en un formato deshidratado en polvo. Es interesante también leer la experiencia de uso del glucagón inhalado por parte de Mike Hoskins, redactor de Diabetes Mine que fue una de las personas que formó parte de los ensayos clínicos realizados.

¿Es fiable?

En el reciente congreso Advanced Technologies & Treatments for Diabetes (ATTD) de París, el glucagón inhalado Locemia mostró los resultados de su ensayo clínico en fase III en los que se compara con la forma de administración inyectada de glucagón. Desde la empresa canadiense esperan que su comercialización sea posible a finales de 2016 o principios de 2017. Aquí tenéis más datos de los ensayos publicados por T1D Exchange.

Fuente: DiaTribe

Imagen destacada: WiseGeek