Dexcom G4 vs FreeStyle Libre

Comparativa entre Dexcom G4 y FreeStyle Libre (actualizado febrero 2016)

Hace muchos años, se hizo famoso un spot en el que el Director General de una empresa química era el protagonista de una campaña. En ella se dirigía directamente al consumidor, terminando con una frase que se hizo famosa y que marcó un punto de inflexión en el lenguaje publicitario de la época: «busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo». El mundo de la diabetes y el de la salud por la naturaleza del sector distan mucho de ser un mercado de consumo estándar y el parecido con cualquier otro sector es pura coincidencia. Pero es cierto que en el fondo, algunos de los productos, tecnologías o consumibles que utilizamos día a día tienen en la actualidad -por suerte para nosotros- distintas características o prestaciones que hacen que nos formemos unas preferencias personales en base a distintos criterios, como sucede con cualquier producto de consumo. Del mismo modo que preferimos un smartphone a otro, o que preferimos una marca de leche sobre otra, también tenemos preferencias para las agujas de las plumas de insulina. Las tenemos también para una determinada insulina. Y las tenemos por supuesto, para algo tan necesario como un medidor de glucosa. De hecho, con el paso de los años podemos observar que se ha ido produciendo una segmentación en todos estos productos (insulinas, medidores, etc), creándose productos específicos dirigidos a colectivos específicos. Y estas preferencias cobran más sentido si nos jugamos nuestro dinero y el producto en cuestión debe salir totalmente de nuestro bolsillo, como sucede con la medición intersticial de glucosa, no incluida a día de hoy entre las prestaciones de nuestro Sistema Nacional de Salud español. Por tanto, comparar productos (también del mundo de la diabetes) podría considerarse una práctica completamente lógica y normal desde el punto de vista de un paciente que es a la vez consumidor y usuario. Dejando a un lado las bombas de insulina y su reciente integración con sistemas de medición continua (como Animas Vibe con Dexcom o Medtronic 640G con su sensor Enlite), los sistemas de medición intersticial actuales disponibles en España son el FreesStyle Libre de Abbott y el Dexcom G4. A pesar de que los fabricantes dicen posicionar sus productos en áreas no coincidentes comercialmente haciendo hincapié en sus diferencias -que las tienen-, la realidad y la práctica es que los pacientes vemos a ambos sistemas como alternativas a la medición de glucosa tradicional. En cualquier caso, nomenclaturas oficiales aparte, ambos aparatos son a efectos prácticos alternativas para un mismo fin anhelado por todas las personas con diabetes: acabar con los pinchazos en los dedos para extraer la necesaria muestra de sangre. Dexcom G4 y FreeStyle Libre; 2 sistemas distintos tanto por su planteamiento como por sus prestaciones, pero basados en un tipo de lectura hipodérmica continuada y -resumiendo mucho- con un fundamento electroquímico globalmente similar.

SISTEMAS BOMBA-MEDIDOR CONTINUO: LA OPCIÓN MÁS COMPLETA
Es evidente que un medidor continuo es una más de las herramientas de control de la diabetes, y que puede permitir (con un uso adecuado) mejorar el control de la enfermedad. Pero si se combinan bomba de insulina con medidor continuo, las posibilidades de control y mejora aumentan significativamente. En este terreno, actualmente en España disponemos de dos alternativas: Animas Vibe con Dexcom G4 y MiniMed 640G con su sensor propio Enlite. Aunque la primera requiere un mayor grado de intervención humana, sistemas como la 640G permiten automatizar la gestión de las hipoglucemias en combinación con su medidor continuo, que detiene y reanuda por sí sola la infusión de insulina en función de las glucemias que mide cada cinco minutos su sensor. Si a eso le sumamos la gran capacidad de las bombas de insulina en la manipulación de las dosis y sus pautas, la combinación bomba-medidor continuo sería sin duda, la gran ganadora. Pero como se suele decir: «juegan en otra liga». La pregunta es ¿los sistemas bomba-medidor continuo son el futuro? ¿La medición continua va a ir aproximándose cada vez más a las bombas de infusión de insulina para «completarlas» y hacer de ellas sistemas más eficaces y atractivos? ¿O por el contrario la medición continua seguirá un camino paralelo también en solitario para un tipo de pacientes concreto? De momento, coexisten. Aunque si enfrentáramos ambos sistemas, las bombas de infusión continua de insulina son las aplastantes ganadoras por las enormes posibilidades y mejoras que pueden brindar al paciente con diabetes.

A pesar de que el Dexcom G4 lleva ya tiempo entre nosotros y el FreeStyle Libre es un recién salido, el creciente interés (y descubrimiento por parte de muchos) de este tipo de medidores intersticiales ha hecho que algunas personas se planteen qué sistema es mejor para ellos. Y muchos me han trasladado esa duda a mi en forma de petición de recomendación. Esa es la razón por la que he creído conveniente hacer esta comparativa Dexcom G4 vs FreeStyle Libre. Para ello, he creado un listado de puntos o aspectos que los diferencian. Y de esos aspectos diferenciales, he concluido cuál es a mi juicio, el más adecuado. En mi opinión, y avanzando un poco las conclusiones, ninguno de los dos sistemas en liza (G4 y Libre) ni puede ni merece erigirse en ganador, ya que cada uno tiene sus limitaciones (además de sus ventajas) y ninguno de ambos brilla a gran distancia del otro. Cada paciente tiene unas características personales que hacen que para él, sea más conveniente usar uno u otro sistema. No puede haber una recomendación generalizada, de la misma manera que tampoco la hay en los medidores capilares. Sería más bien una recomendación personalizada para cada persona. Teniendo en cuenta esa premisa, sí que es cierto que hay aspectos en los que uno u otro destacan, y ese es el objetivo de este artículo: facilitar a las personas que están pensando en comprar uno u otro sistema. Recogiendo algunos de los aspectos principales en este tipo de aparatos, se puede enfrentar ambos y ver qué ventajas e inconvenientes presentan.

Dos pesos pesados de la medición intersticial de glucosa. Un cara a cara entre las dos opciones que todos tenemos en la cabeza (con permiso de las cada vez más atractivas e innovadoras bombas de insulina). Aparatos de los que si algo tenemos claro -sin necesidad de estudios clínicos- es que como mínimo, nos mejoran nuestra calidad de vida. Y además, si les sacamos partido, pueden mejorar nuestra diabetes. Pero antes de nada, comienzo por recordar una vez más…

PREFACIO: Particularidades en la medición intersticial

Lo he dicho en varias ocasiones, pero lo repito: la medición intersticial de glucosa no podemos compararla «a pelo» con la medición capilar. Ni tienen porqué ser iguales, ni miden lo mismo. Los sistemas de medición intersticial miden la glucosa circulante en los fluidos que hay entre las células de los tejidos bajo la piel, y no en el torrente sanguíneo. La sangre es el vehículo que lleva todos los componentes al resto del cuerpo, y también a esos tejidos en los que el sensor de estos aparatos mide la glucosa. Por tanto, comparar la cantidad de fruta de de un almacén mayorista con la fruta que hay en la tienda del barrio es realmente, una mala comparación. Sin embargo, lo hacemos continuamente y además, lo establecemos como tótem que marca la supuesta fiabilidad del sistema de medición continua. Punto importante que nuevamente, quiero dejar claro antes de seguir.

Comparar la medición continua de glucosa con la intersticial es como comparar la fruta que hay en MercaMadrid con la que hay en una frutería de barrio. En ambas podemos encontrar calidad y buen género, pero son lugares muy diferentes. Comparar ambos sistemas quizá no es la mejor manera de intentar demostrar la fiabilidad de un sistema de medición continua de glucosa.

Por otro lado, en la medición intersticial -al igual que en la capilar- hay múltiples variables que pueden influir (y de hecho, lo hacen) en los resultados (puedes leer este post sobre particularidades de la medición intersticial). Por ejemplo, las distintas capas de autoprotección que nuestro cuerpo va formando a base de células alrededor del filamento que contiene el sensor y que pueden dificultar la lectura. O las membranas que recubren el filamento del sensor y que permiten el paso sólo a los elementos que interesan y no al resto. O los algoritmos de programación que interpretan las micro señales eléctricas generadas por el sensor y las asocian a valores de glucosa, desechando por ejemplo, valores incongruentes o ilógicos. Y de manera más personal, otras variables como una incorrecta técnica de colocación del sensor, una zona inadecuada (por ejemplo, junto a un capilar sanguíneo), o una colocación en zona más magra o más grasa pueden interferir en la calidad de los posibles resultados. En definitiva, tenemos bastantes variables que pueden hacer que los resultados no sean del todo atinados. Pero a diferencia de la medición capilar donde sólo disponemos de un único valor, la medición intersticial lee de modo ininterrumpido, autocorrigiéndose de posibles desvíos o errores. Una medición capilar errónea que por ejemplo, nos midiera con un 55% de desviación por encima del valor real no podría ser advertida por nosotros a no ser que nos midiésemos un par de veces más para cotejar ese valor. Pero en la medición continua, un valor incongruente (si es que no lo ha desechado ya el sistema, cosa que suele hacer) se evidencia como tal cuando vemos los anteriores y los siguientes minutos antes y después. Una gran ventaja.

Cara a cara entre dos objetos de deseo

Comparativa entre Dexcom G4 y FreeStyle Libre

A un lado del ring…

Logo Dexcom G4
Imagen: Dexcom.

… con varios años en el mercado y una dilatada experiencia en la medición continua de glucosa… nuestro primer candidato: el Dexcom G4 Platinum. Un sistema al estilo tradicional que consta de 3 elementos: el sensor (que incorpora un filamento flexible que se inocula bajo la piel), el emisor (que envía los datos recogidos y está acoplado al sensor en una pieza sobre la piel) y el receptor, que visualiza la información y permite introducir datos adicionales, así como configurar el sistema. Con tu G4 en el cinturón tendrás a golpe de vista en todo momento tu curva de glucemia. Tras varios años desde su versión 1.0, el medidor de Dexcom ha evolucionado continuamente hasta llegar a la versión actual; la G4, que recientemente ha experimentado una mejora importante con la opción Share (no disponible en España). Además, ya tiene a punto de lanzar en España el G5 y el siguiente modelo (G6) en la «recámara».

Al otro lado del ring…

Logo FreeStyle Libre
Imagen: Abbott.

… un recién llegado que ha pegado fuerte. Pequeño, pero matón. Insolente y descarado en su publicidad, su catalogación comercial le permite algo poco visto en el mundo de la diabetes: publicitarse en cualquier soporte como si fuera un desodorante o una televisión. Y lo hace anunciándose como el fin de los pinchazos en el dedo. Un auténtico claim publicitario en toda regla y que, como tal, hay que poner entre comillas. Su particular sistema de lectura a demanda y sobre todo su bajo precio (al menos, en comparación con su rival) le ha hecho convertirse en pocos meses en algo de lo que todos hablan. Libre, libre, libre… Escanea tu sensor del brazo y tendrás la curva de glucemia. Inevitable no hablar de él en los últimos meses, en todas y cada una de las charlas que he impartido (sean de lo que sean) me han preguntado por él. Yo he hablado sobre el Libre en varias entradas, pero puedes leer aquí la review.

FREESTYLE LIBRE VS DEXCOM G4: ¡COMPAREMOS!

Este es un listado de aspectos que diferencian (o no) a ambos sistemas y que te podría ayudar a tomar tu decisión o, como mínimo, a conocerlos mejor. En cualquier caso, debo recordar que aunque haya variables a comparar que parezcan inicialmente objetivas, en algunos casos las subjetivizamos a nuestra situación personal. Por ejemplo, el hecho de que un medidor tenga alarmas puede ser una ventaja para algunos (porque su diabetes necesita esa prestación) y algo intrascendente o incluso molesto para otros. ¿Qué nota poner a esa prestación? ¿Es positiva o no? Estrictamente creo que lo es, pero no para todos. Por tanto, esta es una comparación en la que la valoración de cada item puede ser diferente de una persona a otra. Yo he hecho MI propio listado, y puede ser una base para que sobre él, tú hagas el tuyo propio según tus necesidades. Pero comencemos con el enfrentamiento entre Dexcom G4 vs FreeStyle Libre:

Medición continua o a demanda

Oficialmente, tan sólo el Dexcom G4 es un medidor continuo porque nos muestra en pantalla y en tiempo real el último valor de glucosa junto con la curva anterior que confecciona el histórico. En cambio, el FreeStyle Libre es medición de glucosa que Abbott ha denominado «flash». Oficialmente no se considera medición continua porque no recibimos los datos en tiempo real, sino de modo diferido SÓLO cuando escaneamos el sensor, aunque el lector sí mida glucemia intersticial de modo continuo. En el G4 podemos ver y saber en tiempo real lo que tenemos, sin realizar nosotros ninguna acción. Esta primera diferencia es importante y puede ser determinante y decisoria para muchas personas. Y esta prestación también tiene una consecuencia evidente que nos enlaza con el siguiente punto.  VENTAJA: DEXCOM G4  

Avisos y alarmas

El Libre es un aparato que mide continuamente, pero no envía los datos hasta que el usuario no se los pide al sensor. Pero en el G4, el hecho de ser medición continua real permite avisos y alarmas. Quizá su más importante ventaja diferencial: avisos ante glucemias elevadas, hipoglucemias, subidas y descensos bruscos de glucemia… Sin embargo, como decía al principio de la comparativa, estos puntos son personales, y una aparente ventaja puede no serlo para todos . El G4 es muy completo en este apartado y dispone de varios modos de realizar los avisos. Si quieres ser discreto (que es lo normal), el modo vibración es el más lógico. Sin embargo, un punto importante es que no hay manera de eliminar los avisos de hipoglucemia (que primero comienzan con zumbador y después pasan a pitido). Y eso puede ser un engorro para ciertas personas, ya que no todos necesitan ese aviso. Yo por ejemplo soy una persona con noches correctas glucémicamente hablando y con una curva en ligera pendiente hacia abajo, por lo que en mi caso el G4 ya desde antes de amanecer me está pitando sin parar. La única solución posible: apagarlo. Y con ello pierdes una de las principales ventajas de este aparato: las alarmas por hipoglucemia. Se echa en falta no poder tener un control total sobre el sistema de alarmas. Pero al margen de ese detalle, esta es sin duda su gran ventaja sobre el Libre y que le convierte en el medidor ideal para muchos tipos de personas.  VENTAJA: DEXCOM G4 

Certificado para… (actualizado feb. 2016)

FreeStyle Libre acaba de ser aprobado para uso en menores entre 4 y 17 años, mientras que el G4 está aprobado incluso para uso pediátrico desde tan sólo dos años de edad (áreas validadas: abdomen y área superior de glúteos). Y para terminar este punto, una carencia de ambos: ninguno está aprobado para uso en embarazadas.  VENTAJA: NINGUNO 

Telemonitorización

Aunque no disponible en España, la última variante del G4 -llamada «Share»- permite conectar el sistema a un smartphone y enviar los datos en tiempo real a usuarios autorizados. Esto es vital para padres y madres de niños/as con diabetes. Y si tienes un G4 «normal», hay una comunidad llamada NighScout que explica como capacitar un G4 para la telemonitorización, pudiendo incluso ver tus glucemias en un smartwatch como Pebble u otros relojes con soporte Android. En cambio, FreeStyle Libre no tiene actualmente ninguna capacidad en este terreno. ¿Eres un padre o madre de niño/a con diabetes? Si es así, este punto puede ser determinante para ti.  VENTAJA: DEXCOM G4 

Interface

El interface es el nexo de unión entre máquina y usuario. Lo que nos permite comunicarnos con esa tecnología, una especie de lenguaje visual que nos da acceso a su funcionamiento. Debe ser claro y simple. Eficaz e intuitivo. Pero también completo. Aquí mi opción preferida es claramente el FreeStyle Libre. Quizá es injusto comparar un aparato de hace 2 años con uno recién salido, pero también es cierto que en muchos aparatos electrónicos como pueda ser el G4, un simple cambio de firmware permite renovar el interface o sus funciones en un sencillo proceso que puedes hacer en tu casa tan sólo conectándolo a un ordenador. Y el G4 debería haber hecho un lavado de cara a su software.

El Dexcom tiene como parte positiva su gran sencillez y claridad. Cualquier persona puede manejarse sin ningún adiestramiento con el G4 tras diez minutos. Ideal para niños, por ejemplo. Pero ahí acaban las ventajas. A mi juicio un software demasiado simple. Hablamos de un aparato que cuesta bastante más dinero y creo que se merece un software más completo. O al menos revisiones periódicas de firmware que lo actualicen y mejoren. Porque en el interface del G4 se echan en falta cosas muy importantes. Por citar algunas, el análisis de los datos in situ (sin tener que esperar a descargarlos en casa). O una mejor y más cómoda manera de introducción de los datos y eventos (insulina, HC, ejercicio…). Y también se echa en falta poder consultar los datos que hemos introducido manualmente. Sería útil poder visualizarlos de alguna manera en las gráficas. En definitiva, un software mejorable.

Por contra, el aparato de Abbott, aún siendo también sencillo en su interface, deja notar su modernidad  e incorpora funciones de gran utilidad, como una estupenda gráfica de patrones con percentiles y desviaciones estándar de los datos, agrupados en distintas tonalidades de color alrededor de la media. O un promedio por horas. O el número de hipoglucemias por franjas horarias. O por supuesto, su calculador de bolo. Gran aportación esta última aunque en la práctica sea muy mejorable. El hecho por ejemplo de no poder cambiar las franjas horarias de las comidas con los ratios insulina-HC es imperdonable. Pero en conjunto, el Libre incorpora funciones que permiten hacer una gestión de tu diabetes en cualquier parte. No tienes que esperar a llegar a casa para volcar datos, algo muy propio de épocas pasadas.

Finalmente, pensando en el público infantil, tanto el aparato de Dexcom como el de Abbott son adecuados para público joven. Muy sencillos en su manejo; es cuestión de diez minutos hacerse con ellos.  VENTAJA: FREESTYLE LIBRE 

Unidad receptora

El receptor de un medidor continuo no sólo se queda en su parte de software, sino también en su parte más «física». Aunque ambos receptores podría decir que son muy manejables y discretos, el Libre hace valer su novedad para incorporar lo que a mi juicio son ventajas adicionales como un único botón, pantalla táctil y batería de muy larga duración (puede durar más de una semana, algo impensable para la unidad del G4). Además, incorporar un medidor capilar con posibilidad de medir cetonas es otra ventaja importante a favor del Libre. Pero en ergonomía, considero que el diseño de la caja es malo; se te escapa entre los dedos ayudado por su desafortunada forma cóncava y su plástico brillante y liso, que resbala. Además, su pantalla resistiva es mediocre, al igual que el tacto general de sus plásticos. Y su pantalla se raya con excesiva facilidad. La cuestión es: ¿son defectos justificables por su bajo precio? ¿Preferimos más calidad a un coste mayor o nos sirve con este envoltorio? Personalmente, a todos nos gusta la calidad, pero lo cierto es que la estrategia de Abbott de abaratar el receptor en aras de conseguir un precio más ajustado ha permitido a muchas personas acceder a una tecnología hasta ahora inalcanzable. Creo que hay que tener esto en cuenta.

Imagen del Dexcom G4
Imagen: Dexcom
Aspecto del FreeStyle Libre de Abbott
Imagen: Abbott.

Por contra, el G4 también es un receptor pequeño. Aún siendo más alargado, sigue siendo discreto, ayudado por la posibilidad de enganche al cinturón gracias a la práctica funda que trae . En el tacto general, el G4 me da una mejor impresión, aunque también hablamos de un aparato que cuesta mucho más que el Libre. Y además se presenta en 3 colores a elegir. A pesar de no tener pantalla táctil, la ergonomía es buena en el G4, que tiene los mandos bien dispuestos y se accionan con comodidad mientras sujetas el dispositivo. No así con la funda puesta, la cual dificulta presionar correctamente los mandos, ya que estos tienen poco relieve y recorrido de pulsación. Buena sujección y buena posición de los botones. Como puntos negativos, se echa en falta una pantalla táctil que sustituya a la botonadura, y hoy día ese tamaño del G4 ya se nos antoja algo grande, además de la imposibilidad de medir glucemia con tiras en un aparato que exige 2 calibraciones al día, lo cual le hace depender de otro aparato más. En este dibujo pueden apreciarse las diferencias de tamaño entre los receptores y los sensores. En cuanto al grosor de los sensores, en el Libre son 5 mm., mientras que en el caso del G4 hay que sumar el del propio emisor al del zócalo en el que se aloja, quedando un grosor total de 12 mm. En este gráfico también pueden verse las diferencias de tamaño entre los dos tipos de sensor.

Diferencia de tamaño entre el FreeStyle Libre y Dexcom G4

Pero volviendo a la unidad receptora, en conjunto el Libre destaca por su tamaño más compacto, su control táctil y su polivalencia (al incluir el puerto de tiras evita tener que llevar otro aparato de medición). El G4, por su mejor ergonomía y calidad de materiales. Pero la superioridad del Libre se ve un poco empañada por los puntos negativos ya comentados, los cuales por otro lado han permitido crear un producto barato y accesible. La pregunta es: ¿aceptamos esos aspectos negativos en el Libre para poder acceder a un dispositivo de medición intersticial por sólo 60€ o preferimos corregirlos aunque sea a costa de incrementar levemente su precio? Personalmente, me inclino por la segunda opción. En mi opinión, he tenido medidores de glucosa capilar que en las manos me dan mejores sensaciones que el Libre. Intentaría mejorar en este aspecto.  VENTAJA: NINGUNO 

Visualización de la glucemia

En ambos casos, la pantalla permite ver la glucemia de ese momento, así como el histórico. Además, ambos muestran las famosas flechas de tendencia, que predicen hacia dónde es probable que se dirija nuestra glucemia en los próximos minutos.

Pantallas de datos del FreeStyle Libre y del Dexcom G4

Pero al margen de la flecha de tendencia, la glucemia actual y el gráfico histórico, el Dexcom tiene una gran ventaja (o el Libre una gran carencia); podemos ver los resultados de las últimas 3, 6, 12 y 24 horas. Poder ver las glucemias en tramos cortos de tiempo, como las 3 últimas horas es clave para poder analizar con eficacia determinados sucesos en nuestra diabetes. De hecho, el G4 muestra por defecto las 3 ultimas horas cuando encendemos su pantalla, al entender (acertadamente) que este es el período más útil de cara a tomar decisiones en nuestra pauta de tratamiento. En el Libre tan sólo podemos ver las últimas 8 horas. Demasiado tiempo que se condensa en poco espacio de pantalla en una gráfica confusa. Imposible adivinar curvas de períodos cortos de tiempo. Un fallo en mi opinión imperdonable, aunque fácilmente subsanable con algo tan simple como un cambio de firmware. Por contra, el Libre tiene una pantalla visualmente más clara, con franjas horarias, unos márgenes de glucemia más visibles y la cifra actual glucemia que destaca de manera clara y limpia, a favor de la escondida presentación en el G4. Pero la imposibilidad de seleccionar tramos diferentes de tiempo (una prestación fundamental) lastra la valoración. A pesar de que globalmente la visualización de la glucemia es mejor en el FreeStyle Libre, la función de seleccionar franjas horarias del G4 es a mi juicio clave en la gestión de la diabetes y según mi opinión, les hace empatar en este apartado.  VENTAJA: NINGUNO 

Calibración

Sobre el papel, el FreeStyle Libre tiene una gran cualidad: no requiere calibración, pero el G4 sí (2 al día, cada 12 horas). Para muchos el calibrar es una desventaja, pero soy de la opinión de que con medidores intersticiales es absolutamente recomendable mirarse la glucemia capilar antes de cada comida y de tomar decisiones terapéuticas. Por tanto, la ausencia de calibración no supondría a efectos prácticos demasiada ventaja, ya que ambos deberían ir acompañados de glucemias capilares antes de cada una de las comidas diarias en los momentos de insulina. Pero en cualquier caso, un aparato que no requiere calibración es todo un mérito y es para mi quien tiene ventaja en este terreno.  VENTAJA: FREESTYLE LIBRE 

Análisis y gestión de los datos

Mientras que el G4 sólo nos muestra el histórico de las 3, 6, 12 y 24 horas visualizados en una curva de glucemia, el aparato de Abbott deja notar su modernidad  e incorpora funciones de gran utilidad, como una estupenda gráfica de patrones con percentiles agrupados en distintas tonalidades de color alrededor de la media. Sólo con esa gráfica podemos ajustar nuestra pauta de insulina a la perfección. Una gráfica increíble. Pero además, ofrece un promedio por horas. O el número de hipoglucemias por franjas horarias. O un registro con los datos de glucemia de los escaneos del sensor y las glucemias capilares. O por supuesto, su calculador de bolo. Gran aportación esta última, aunque en la práctica sea mejorable (en mi opinión, el mejor calculador de bolo lo incorpora el Accu-Chek Expert de Roche). Pero en conjunto, funciones que permiten hacer una gestión de tu diabetes en cualquier parte sin tener que esperar a llegar a casa para volcar datos, que es lo que requiere el G4, algo más propio de épocas pasadas. En este aspecto mi preferencia es obvia.  VENTAJA: FREESTYLE LIBRE 

Conjunto sensor-emisor

Dejamos ya a un lado el receptor y pasamos a la otra parte de estos sistemas: el emisor y el sensor. Aunque son elementos distintos, normalmente conforman un conjunto que debe valorarse como uno solo. En el caso del Libre, es físicamente una sola cosa, ya que integra en un pequeño disco del tamaño de una moneda de dos euros el sensor, la electrónica y el chip emisor. Todo en un conjunto del mínimo grosor y peso (5 mm. y 5 g.) y aparentemente muy sólido, en un encapsulado sin aristas que puedan provocar enganchones o problemas. Su adhesivo es prácticamente del mismo tamaño que el disco. Tamaño, peso y grosor mínimos y por tanto, no se nota cuando lo llevas. En este dibujo se pueden ver ambos sensores enfrentados y con sus diferencias de tamaño.

Sensores Dexcom G4 y FreeStyle Libre
Imagen sensor FreeStyle Libre: Abbott. Imagen sensor Dexcom G4: DiabetesMS.com

Por contra, en el caso del Dexcom G4, el conjunto sensor-emisor conforma un pack que en mi opinión es demasiado molesto. Grande, aparatoso y lleno de aristas y posibilidades de engancharse con cualquier cosa. El sensor consiste en una especie de zócalo en el que va encajado el emisor, que le hace subir su grosor hasta los 12 mm., más del doble que el Libre. Además, el peso del emisor (incluyendo el del zócalo en el que va alojado) dobla también al del Libre, con un total de 10 g. Y dicho sensor a su vez va en el centro de un gran apósito de adhesivo sobre material textil que en conjunto, tiene un gran tamaño. Por otro lado, nos encontramos el transmisor con su electrónica, en una pastilla de tamaño pequeño. El emisor del G4 ha sufrido una evolución desde que el primer modelo vio la luz. Y mi unidad de prueba disponía de esta última versión del emisor, mucho más fino y menos protuberante que el anterior. Y con un alcance excelente bajo cualquier circunstancia y condición. Podía moverme por la casa y dejar el receptor en una habitación, recogiendo sin problema las mediciones. Podía dormir con el sensor hacia abajo en la cama, y la señal llegaba sin problemas al receptor mostrándome por la mañana una curva completa de lecturas, sin lagunas. Por tanto, el nuevo modelo de transmisor es redondeado y acertado, pero al colocarlo sobre el zócalo del sensor, el conjunto es -a pesar del nuevo emisor- protuberante y sobresale demasiado. Notas continuamente que llevas algo pegado a tu tripa. E incluso a veces molesta. Ese grosor complica también un poco las cosas a la hora de buscar soluciones para mantenerlo pegado durante tantos días. El grosor comparado con el Libre es indiscutiblemente muy superior. En cuanto al zócalo que soporta el emisor, no está soldado en todo su perímetro a la tela adhesiva (antes sí lo estaba, no entiendo porqué lo han cambiado) y favorece que puedas engancharte a él y levantarlo. Espero sinceramente que lo rediseñenen en el G5. Durante mis pruebas no me lo he puesto en otras zonas, pero si se nota en el abdomen, es lógico pensar que lo hará aún más en un brazo o en la pierna. Y un dato importante; el emisor del G4 debe ser reemplazado cuando se le agota la batería. Algo fácilmente evitable si tuviera una batería intercambiable por el usuario, del mismo modo que otros pequeños aparatos electrónicos del mercado. Pero a cambio nos obliga  pasar por caja cada año para sustituir el emisor, con un coste de casi 400€. Sin duda, en mi opinión está claro quién me ofrece una ventaja en este tema.  VENTAJA: FREESTYLE LIBRE 

Aplicación sensor

No sólo es importante cómo sea físicamente el sensor o su sistema de sujección, sino también el modo de aplicación. Y aquí hay diferencias importantes. En el G4 la aplicación se hace con una especie de jeringuilla que visualmente ya intimida. Primero debes apretar el émbolo para introducir el filamento del sensor, y a continuación extraer dicho émbolo para retirar la aguja. La introducción del filamento se hace en oblicuo sobre la piel, y dependiendo de cómo coloques dicho aplicador, la inserción tendrá un ángulo u otro. Variabilidad alta en su colocación. Y nivel de dolor moderado.

Aplicadores del Dexcom G4 y el FreeStyle Libre
Imágenes: Abbott / Dexcom.

En cuanto al Libre, un aplicador similar a un sello de caucho entintado, para entendernos. La preparación del sensor es sumamente sencilla, acoplando con un clic el sensor al aplicador. Una vez hecho eso, colocar el aplicador sobre la piel y al detectar presión, el aplicador se dispara automáticamente, insertando con su aguja el filamento. El dispositivo aplicador reduce al mínimo las posibilidades de incorrecta colocación. La entrada y retirada de la aguja es totalmente indolora, y en conjunto el sistema es muy bueno.  VENTAJA: FREESTYLE LIBRE 

Duración del sensor

Y dura… y dura… y dura… Como dice el famoso anuncio de las pilas. Esta es sin duda una de las grandes ventajas del Dexcom. Oficialmente, sus sensores están validados para siete días. Pero cuando ese período termina, puedes engañar al sistema diciéndole que has puesto un nuevo sensor y sigues con el anterior. Y así hasta que te ofrezca valores anormales o incongruentes. Y por lo que veo entre los usuarios, la media suele superar las dos semanas. Pero muchos los estiran hasta 3-4 semanas… o incluso más. En mi caso, mis tres sensores durante las pruebas con el Dexcom G4 han durado 10, 28 y 21 días respectivamente. Una media de casi 20 días por sensor. En cuanto al contrincante, el Libre tiene limitados por software sus sensores, que mueren a los 14 días exactos sin remedio.

Pero hay que recordar que estamos comparando el Dexcom con el Libre usando su duración «oficiosa» que además es aleatoria y no está aprobada por la marca. Poder estirar un sensor 28 días como yo hice mola mucho. Pero mantenerlo ahí pegado tantísimos días es realmente complicado. En internet muchos usuarios hacen auténticos ejercicios de virtuosismo, pero suelen ser soluciones aparatosas y nada discretas. Y la discreción (por mucho que a algunos no les importe) es un factor importante a tener en cuenta. Que vayas a la playa y tengas en tu tripa un pegote lleno de esparadrapos, sprays que se solidifican formando un pegote plástico o filmes adhesivos es algo que a mi no me convence lo más mínimo. Por no hablar de que a más días sujeto, más irrita la piel. Una cosa por otra. Según pasan los días, lógicamente la piel se va irritando y cada vez te pica más. Pero como he dicho, si lo mantienes el período oficial, este problema desaparece, aunque a costa de tu bolsillo, claro. Y aunque en teoría los 14 días del Libre superan a los 7 teóricos del G4, la realidad es que todos estiran la vida de los sensores del G4, aunque con resultados inciertos, variables e impredecibles. Aún con todo, en un producto como un medidor intersticial, con un mantenimiento tan caro, este aspecto es simplemente vital para muchas personas.  VENTAJA: DEXCOM G4  [Tweet «Comparativa entre #FreeStyleLibre y #DexcomG4 #diabetESP «]

Exactitud del sensor

Para muchos, la madre del cordero. Pero en realidad no lo es tanto, porque como he dicho hasta la saciedad, la tendencia natural que tenemos todos a comparar el medidor continuo contra un sistema capilar que per se maneja un error de hasta el 15% no es desde luego, la mejor manera de comparar nada. Por tanto, comparativa viciada de origen. Aunque por otro lado, lógica y habitual.

Dexcom maneja en su G4 una exactitud declarada del 80% de los resultados dentro de un 20% de desviación con respecto a glucemia capilar con medidor calibrado a laboratorio (YSI). Una vez codificados todos los datos y enfrentados (mediciones de Dexcom y de glucemia capilar con YSI), se toma la media de desviación absoluta (despreciando si la diferencia es positiva o negativa), y el resultado oficial de Dexcom es un 12% MARD. Durante mis pruebas con el G4, sobre un total de 195 mediciones comparadas (con el medidor Abbott FreeStyle Optium Neo), el 65% ofreció glucemias inferiores a la medición capilar, el 33% por encima y el 2% coincidieron exactamente ambos sistemas y con una media de 13,5% en los valores por encima de la capilar y 13,1% en los valores por debajo de la medición capilar. La media general absoluta MARD (sin importar diferencias positivas o negativas) fue del 12,98%, que es ligeramente superior a la ofrecida por Dexcom en sus cifras oficiales. En mi caso, por tanto, la cifra obtenida se ajusta a lo que promete Dexcom en su publicidad del G4.

Por contra, el FreeStyle Libre maneja una exactitud declarada del 86% de los resultados dentro de un 20% de desviación con respecto a glucemia capilar con medidor no especificado (o al menos yo no lo he localizado). Su cifra oficial de exactitud es 11,4% MARD. Hay que tener en cuenta que mis pruebas con el Libre han sido muy superiores en número a las realizadas con el Dexcom, por lo que promediar más de treinta sensores del Libre contra tres del Dexcom no sería justo. Pero para intentar igualar la comparación, si me quedo únicamente con 3 de todos los sensores del Libre que he probado, sale a la palestra la variabilidad de mis resultados en el medidor de Abbott. Si por ejemplo tomo mis 3 primeros sensores, la diferencia media absoluta sería del 8,5%. Pero si tomo los 3 últimos que analicé a fondo en mis pruebas, la diferencia media absoluta era de 11,5%. Y si tomo en consideración los sensores 5, 6 y 7 de mi serie de 10 que comparé, la diferencia media absoluta sería del 23%. Como puede verse, este comportamiento del Libre en alguno de sus sensores puede tirar por tierra las mediciones oficiales que sí parecen ser ciertas, y que se mueven en torno a ese 11,4% que declaran. Finalmente, si tomo los datos de los 10 sensores en los que hice comparación intensiva entre glucemia capilar y el Libre, la media absoluta MARD que obtengo en mi experiencia es alrededor del 18%, pero es una cifra arruinada por varios sensores inaceptablemente desviados.

¿Conclusiones? En resumen, en mis largas pruebas con ambos sistemas puedo concluir que las cifras oficiales de ambos sistemas son bastante realistas, si bien la cifra de Abbott depende mucho de cómo vayan tus sensores (lo cual en mi opinión es el mayor problema a día de hoy de este sistema). Por tanto, hablaríamos de algo más de un 12% contra un algo más de un 11%. ¿Apreciable? Sobre el papel no tanto. Pero tras mis pruebas diría que cuando el FreeStyle Libre va «fino», las glucemias que marca suelen estar sorprendentemente cerca del valor de glucemia capilar. Lástima de esa aleatoridad que yo he sufrido en alguno de sus sensores, algo que no detecté en mis pruebas con el Dexcom G4. Pero en conjunto, diría que en exactitud, ambos cumplen lo que prometen, y se mueven en cifras muy próximas.  VENTAJA: NINGUNO 

Resistencia al agua

Capítulo aparte merece la resistencia al agua, ya que es punto imprescindible para que estos sistemas de medición se ajusten al ritmo de vida de una persona normal. Por tanto, se espera que cualquier sistema de medición de glucosa intersticial invasivo disponga de un conjunto sensor-emisor que como mínimo, sea capaz de soportar mínimamente el agua en las actividades diarias. Y tanto el Dexcom G4 como el FreeStyle Libre cumplen en este aspecto, ya que aguantan sin problemas las duchas, lavados y pasos más o menos breves por el agua. ¿Pero qué ocurre en situaciones en las que nuestra permanencia en el medio acuático es superior a lo normal? Una persona que haga sesiones largas de natación en una piscina… un aficionado al surf que pase horas en la playa… un profesor o aficionado al buceo… una persona que por su trabajo esté en contacto casi permanente con el agua… Aquí hay que ser más cauto, ya que ambos dispositivos no tienen la misma certificación de «water resistant».

El Dexcom G4 tiene la certificación IP28, cuya catalogación oficial dice lo siguiente:

El equipamiento es adecuado para inmersión continua en agua bajo las condiciones especificadas por el fabricante. Normalmente, esto significa que el equipamiento está herméticamente sellado. No obstante, puede significar también que el agua puede entrar, pero sólo de una manera que no produce daños.

Esto le capacita oficialmente para lo que Dexcom denomina «inmersión temporal» y según la empresa norteamericana, «permite baño o inmersión hasta 2,44 m. durante un máximo de hasta 24 horas».

Por contra, el FreeStyle Libre dispone de la homologación IP27, que dice:

Soporta la inmersión en agua en condiciones definidas de presión y tiempo (hasta 1 m de inmersión).

Esto le permite la misma capacidad que Dexcom en la vida diaria (duchas), pero no así en estancias largas en el agua, ya que Abbott afirma en su manual que soporta «hasta 1 m. durante un máximo de 30 minutos». Por tanto, la capacidad teórica del Dexcom G4 para soportar la inmersión en agua es superior, si bien la práctica ha ido demostrando a los usuarios que las situaciones de inmersión prolongada en agua (especialmente la playa por la agresividad del agua del mar) son potencialmente muy peligrosas y en ellas se han perdido muchos sensores con aparente facilidad. Yo no he testado el G4 en la playa, pero sí el Libre, y puedo certificar que es altamente recomendable protegerlo con sistemas adicionales, ya sea un film adhesivo transparante, una banda elástica de neopreno, etc.  VENTAJA: DEXCOM G4 

Pérdida de datos

De un medidor de este tipo esperas que recoja y almacene tu glucemia de modo ininterrumpido. Pero esto no es posible al 100% con ninguno de los dos. En el Libre su sensor (que es a la vez transmisor) dispone de una memoria que permite almacenar las últimas 8 horas de glucemias. Por tanto, podríamos perder datos si por ejemplo durmiéramos una noche más de 8 horas. Pero tan sólo bastan 3 escaneos (uno cada 8 horas) para recoger el 100% de las lecturas de todo un día. Al margen de esa particularidad del «paciente dormilón», no hay otra manera de perder datos en el aparato de Abbott, ya que quedan registrados en la memoria del sensor.

Por contra, el transmisor del Dexcom G4 no dispone de memoria como el del Libre, por lo que si en algún momento el receptor no puede recoger los datos, éstos se perderán. El transmisor está enviando datos continuamente al receptor, y tan sólo puedes perder datos bajo dos condiciones puntuales y concretas: que el receptor esté fuera de alcance del emisor (>6 m.) o en caso de interferencias radioeléctricas/electromagnéticas. O por supuesto, cuando el emisor está bajo de batería. En definitiva, ambos pueden perder datos bajo determinadas circunstancias, aunque si haces lo que hay que hacer con ambos sistemas, es difícil perder en ninguno de ellos.  VENTAJA: NINGUNO 

Coherencia de las mediciones

En las pruebas que yo he podido hacer, el Dexcom tiene una alta consistencia en sus mediciones. Un sensor tras otro, las mediciones se mueven en el mismo rango de desviación respecto a la glucemia capilar (siempre que no haya una mala colocación del sensor). Eso da tranquilidad. El G4 mantiene en todo momento datos coherentes, dibujando una curva fisiológicamente esperable. Cuando comparas glucemias con sangre capilar, mantiene generalmente su desviación con respecto a capilar a lo largo de la vida del sensor dentro de los márgenes de error en los que se mueve este medidor continuo. Y las gráficas que dibuja son fisiológicamente lógicas. Sin embargo, hay que recordar una vez más que estirar la vida del sensor durante semanas puede poner en entredicho esta coherencia, que se podría ir según pasan los días más allá del período de vida oficial que marca el fabricante.

Pero el FreeStyle Libre se ha mostrado -al menos en mi experiencia personal- variable en sus resultados. Tan pronto un sensor clava sus resultados con respecto a la medición capilar como otro maneja resultados con casi un 50% de desviación con respecto a sangre. Al menos cuando eso sucede, al igual que el G4, el Libre me da más o menos la misma desviación durante toda la vida de ese sensor. Quizá yo soy muy puntilloso, pero esta variabilidad me resulta un tanto incomprensible para mi como cliente y usuario, y sobre todo, muy frustrante. Me impide fiarme al 100% del sistema y me obligar a cotejar las mediciones del sensor con glucemias capilares durante dos o tres días hasta establecer el porcentaje de desviación de ese sensor. Y hay además un problema adicional: un sensor «malo» te arruina las gráficas y estadísticas, añadiendo al histórico valores que no se corresponden con la realidad. Consecuencia: estadísticas desvirtuadas e invalidadas. En mi opinión, un asunto importante. Los porcentajes de sensores que yo considero exageradamente desviados fueron durante mis pruebas, relativamente altos (ya lo comenté en su día en esta entrada). Por otro lado, hay algo para lo que aún no tengo explicación y que he podido cotejar con otras personas: el Libre tiene un extraño comportamiento que ya advertí en alguno de los post anteriores sobre este aparato. Y es que dibuja curvas sinusoidales (en forma de ondas) en la gráfica de la glucemia. Ese comportamiento no es fisiológicamente natural y por tanto, imposible que se de en alguien (con o sin diabetes) si no ha comido nada. Deduzco que esto se podría producir quizá por la mayor frecuencia de mediciones que realiza el Libre, y por tanto el mayor número de «auto-correcciones» que hace el software con sus algoritmos. Pero sea cual sea la razón, creo que podría ser un asunto subsanable o mejorable vía programación. No mola nada ver en períodos del día glucémicamente estables unas extrañas ondas sinusoidales en lugar de una curva natural medianamente plana o en ligera caída o ascenso. En vez de mostrar mi glucemia se diría que está mostrando una onda de radio.  VENTAJA: DEXCOM G4 

Sujección del sensor

Un asunto fundamental que hila con el anterior. Sensor y huésped deben estar pegados durante toda la vida del sensor. Como un matrimonio; en la salud y en la enfermedad, en la ducha y en el mar, en el gimnasio y en la arena de la playa. El FreeStyle Libre tiene 14 días por delante para mantenerse pegado a tu cuerpo. Y aunque ya he hemos hablado todos mucho sobre este tema, ha quedado bastante claro que en condiciones normales y una vida sin demasiada actividad, se puede conseguir de manera más o menos fácil que el sensor permanezca en su sitio hasta el final. Sin embargo, actividades que provoquen sudoración en el cuerpo y sobre todo, muchos pasos por agua (ducha, playa, piscina…) favorecen que el adhesivo comience a despegarse primero por los bordes, y después por el resto de su superficie. Este ha sido mi primer verano con el Libre y he podido comprobar cómo un breve baño en el mar bastó para despegar por completo el sensor (que reclamé a Abbott y me sustituyeron sin problema). En definitiva, el paso de los días y del agua hace que se pueda despegar más fácilmente. Y aunque la parte central aguanta bastante bien, la ayuda de otros productos como filmes, toallitas o sprays adhesivos es bajo mi punto de vista, fundamental. Mención aparte merece el asunto de la irritación de piel que está produciendo a algunos usuarios el adhesivo del sensor del Libre desde hace varios meses. Abbott no ha ofrecido respuesta alguna, o al menos yo no tengo constancia de ello.

Por otro lado, el Dexcom G4 tiene mucha más superficie de contacto con el cuerpo, en parte porque su sensor es más pesado y grande. Eso le proporciona una aparente mayor sujección a la piel, pero cuando empieza a despegarse, también es más difícil mantener pegado. Y si tienes suerte con la duración del sensor, pasadas un par de semanas comienzas a tener serios problemas para mantenerlo pegado. Trucos como recortar la tela del adhesivo original del sensor y sustituirla por filmes adhesivos que lo cubran todo son alguna de las muchas ideas para que el caro sensor siga midiendo sin parar. Pero todos estos problemas del sensor del G4 para mantenerlo pegado en realidad no son culpa de Dexcom, porque oficialmente el sensor sólo dura 7 días. Mantenerlo pegado 7 días es sencillo, e incluso diría que casi 14. Su mayor superficie juega a favor de una mayor capacidad de sujección mientras el adhesivo funciona.

En mi opinión, la unión del sensor con el cuerpo es un tema pendiente y a mejorar en ambos productos.  VENTAJA: NINGUNO 

Marcas del sensor en la piel

Unido con el punto anterior, al margen de cómo pegue el adhesivo del sensor, mantener pegado eso durante días… ¿afecta a la piel? Parece claro que la semana teórica del Dexcom G4 no produce casi ningún problema en la piel. Pero la realidad es que el sensor del G4 sus usuarios lo estiran hasta las 3, 4 o más semanas. Y en cuanto al Libre, son 2 semanas fijas. De manera general, los comentarios que he podido leer concluyen que en general, las consecuencias se dejan notar. Según van pasando los días, comienza a picarte la zona, la piel se «cuece» bajo el adhesivo y en personas de piel sensible, al quitarte el sensor, la zona queda irritada en mayor o menor medida. Pero una buena crema hidratante repara ese malestar. Por otro lado, la zona de inserción del filamento del sensor es un agujero que ha estado abierto de manera artificial durante semanas (dos en el caso del Libre y puede que incluso más del doble en el caso del G4). Y esas diferencias de tiempo tienen su reflejo en los resultados. En el caso del Libre, la marca del agujero de la inserción del sensor me ha desaparecido con relativa facilidad. Sin embargo en el G4, tras 4 semanas de uso ininterrumpido, la marca de la inserción está muy irritada y tarda en quitarse. Aunque depende bastante de cada persona, en mi caso uno de los agujeros del sensor del G4 tardó en desaparecerme ¡¡casi 7 semanas!!. Lógicamente, esta reutilización del sensor insisto que es bajo la responsabilidad total del usuario (en este caso mía), ya que la marca tiene aprobado y certificado su uso sólo para siete días, por lo que no es criticable que mi piel quede dañada de esta forma tras tantas semanas, ya que ha sido mi decisión para amortizar más los sensores.

Finalmente, hay que recordar que los efectos de esta inserción bajo la piel son muy personales y variables en función de la zona de colocación. VENTAJA: NINGUNO  [Tweet «Cara a cara entre #FreeStyleLibre y #DexcomG4 #diabetESP «]

Presentación del pack

Aunque es un aspecto menor, hay también diferencias en el embalaje y la presentación del producto. Minimalismo en el Libre. La contención de precios es necesaria para un producto que pretende ser rompedor. Manual correcto, pero quizá demasiado condensado. No olvidemos que se trata de un tipo de producto desconocido para la gran mayoría de los usuarios; la medición Flash tiene muchas particularidades y requiere un correcto adiestramiento. El pack del Libre incluye cargador, cable de conexión y manuales. Todo lo necesario, pero con aspecto sencillo y de producto asequible, que es realmente la baza del Libre. En el pack del G4 la cosa cambia. Presentación y material más completo en el G4. Quizá porque su precio lo exige. A destacar el extenso y completo manual a tamaño grande encuadernado con gusanillo, el CD de ayuda y sobre todo, la práctica funda para el receptor. En cualquier caso, aún siendo un asunto menor:  VENTAJA: DEXCOM G4 

Presentación FreeStyle Libre y Dexcom G4

Software de gestión

Dexcom ofrece en su G4 el software Dexcom Studio. Diría que similar a los programas de gestión de diabetes de hace algunos años. En su aspecto y navegación es completo, pero ligeramente farragoso. Debes estar habituado a estos programas para sacarle todo el partido. Por contra, el software AGP (Ambulatory Glucose Profile) del FreeStyle Libre es más sencillo y más accesible para todo tipo de usuarios, y a la vez es más fácil interpretar sus estupendas gráficas de patrones, sin duda lo mejor de este soft. No sólo la gráfica con percentiles agrupados por franjas de color facilita una lectura de la agrupación de nuestras glucemias, sino que además su sistema de semáforos de color interpreta esas gráficas y nos alerta de los puntos o momentos en los que se requiere actuación.

Imagen del software AGP del FreeStyle Libre
Imagen: Abbott.
Imagen del software Dexcom Portrait
Imagen: Dexcom

Aún pudiendo acceder con el Portrait a la presentación de patrones como en el AGP, la claridad y la manera de mostrar los datos (incluso ya interpretados) en el AGP lo hace destacar a gran distancia. Fácil lectura y mejor ayuda visual para entender los datos en el programa de Abbot, que deja notar su modernidad. Y sobre todo, un interface muy accesible para todo el mundo, algo clave si queremos sacar partido al aluvión de datos que da la medición intersticial de glucosa.  VENTAJA: FREESTYLE LIBRE 

Coste

Money, gallina, pasta, guita, plata, cash… muchas palabras para algo tan importante como el dinero. Llegamos a uno de los puntos fundamentales para muchas personas. Al margen de cuestiones técnicas o prestacionales, cuando hablamos de un sistema de medición de glucosa no soportado por nuestros sistemas públicos de salud, debemos mirar con lupa el coste que nos supondrá. Y en este caso, no es fácil comparar ambos sistemas, porque aunque sobre el papel el G4 es sensiblemente más caro que su competidor el Libre, en la práctica el estiramiento de los sensores de Dexcom puede hacer que incluso el coste de mantenimiento mensual sea menor, aunque no hay que olvidar que la inversión inicial siempre es mucho mayor en el G4 que en el Libre.

Y en lo que respecta a esa inversión inicial, ya que ambos packs de inicio vienen con un número de sensores distinto (2 en el Libre y 4 en el G4), he calculado lo que costaría el Libre con 4 sensores para igualarlo con el G4. Una vez hecho eso, el Dexcom es concretamente 5,5 veces más caro que el Libre: 1573€ del pack inicial contra 290€ del FreeStyle Libre. Pero si hacemos la operación inversa y quitamos al pack de Dexcom 2 sensores para dejarlo igual que el pack del Libre, la diferencia de precio entre ambos aumenta aún más.

Una vez tienes el sistema, el gasto en teoría debería ser de un sensor cada semana en el caso del Dexcom, y un sensor cada dos semanas en el caso del Libre. Lo cual serían unos 375€/mes del Dexcom y 120€/mes del Libre. Grandes diferencias sobre el papel. Pero la realidad es muy distinta, ya que los sensores del G4 raramente «mueren» al cabo de esa semana. Y por tanto no hay gasto fijo mensual en el G4, con lo que la incertidumbre de su duración tan sólo permite realizar un gasto promedio, que en mi caso ha sido una DURACIÓN MEDIA DE 20 DÍAS POR SENSOR. Si tomamos esos 20 días de media por sensor, el gasto mensual sería de unos 140€. Ligeramente por encima del Libre, que tiene un coste fijo de 120€/mes. Si en algún sensor conseguimos aumentar su duración, el gasto mensual del G4 bajará por debajo del Libre. Y si disminuye la duración de algún sensor, el gasto mensual aumentará. Un auténtica lotería que impide mantener un gasto mensual fijo (VER TEMA SOBRE VIDA DE LOS SENSORES G4 EN EL APÉNDICE FINAL DE ESTE ARTÍCULO).

Pero aunque a base de estirar la vida de los sensores hayamos conseguido poner el gasto de mantenimiento casi en línea con el Libre, debemos recordar que el transmisor del G4 es una pieza cerrada que no permite un cambio de batería, con lo que al terminar ésta, hay que reemplazarlo totalmente. Y eso tiene un coste de 371€ aproximadamente CADA AÑO (se suele poder estirar algo, pero poco más). Y este coste hay que repercutirlo, al igual que la gran diferencia de PVP en el pack de inicio. Por tanto, las cifras -a pesar de la variabilidad en la vida de los sensores del G4- juegan a favor del Libre. Finalmente, también hay que decir que en España Dexcom (a través de su distribuidor Novalab Ibérica) tiene varios tipos de ofertas personalizadas y descuentos por volumen de compra en los sensores. Sin embargo, pese a dichas ofertas y pese a estirar los sensores del G4, el coste global (incluyendo todos los gastos repercutidos) sigue siendo superior a su competencia.  VENTAJA: FREESTYLE LIBRE 

Atención al cliente

En cualquier producto de consumo, la atención al cliente por parte de la marca es un aspecto clave, especialmente en sectores que requieren una dedicada atención post-venta por parte de quien vende el producto o servicio. En este caso, un medidor de este tipo es un aparato que requeriría no sólo una formación sino también una atención durante las fases previas y posteriores a la compra del sistema.

Por parte de Abbott, han dispuesto una web específica para el Libre, que incluye no sólo información extensa sobre el sistema (incluyendo abundante material audiovisual), sino también plataforma de venta online. Podemos hacer pedidos por su web cómodamente y quedar registrados para posteriores compras, lo cual hace muy cómodo el proceso. Por supuesto, Abbott tiene dispuesto también un teléfono especial de atención al cliente. Pero a pesar de este despliegue, los pacientes han estado sufriendo muchos problemas con el Libre derivados de lo que parece un exceso de demanda. Problemas que también se han visto reflejados en la atención al cliente. En mi blog y en Facebook se han puesto en contacto conmigo muchas personas contándome que no respondían a sus mails, a sus llamadas, o que la respuesta que les daba Abbott a su problema no les satisfacía lo más mínimo. Con el tiempo, esos problemas se han ido minimizando y podría decirse que ahora parece haber un servicio correcto.

Por parte de Dexcom, en España es Novalab Ibérica quienes distribuyen en exclusiva sus productos. También disponen de teléfono de atención, pero no tienen site especifico para el producto. En su web no hay casi información sobre el G4 ni tampoco capacidad de venta online. La información del sistema Dexcom G4 es realmente escasa e insuficiente, aunque remiten a la web norteamericana (en español). Pero la necesidad de prescripción (más bien recomendación escrita) por parte del médico para poder adquirir este sistema varía un poco el proceso con respecto a Abbott y pasa por una atención personalizada en la que un delegado comercial concierta una cita con el comprador del equipo y su endocrino y les explica con detalle el nuevo sistema, además de proporcionarle una breve formación sobre su funcionamiento, cosa que no ocurre en el caso del Libre. Este tema me parece clave. Lo he comentado ya en anteriores ocasiones. Un dispositivo como el G4 o el Libre no es complejo en su funcionamiento, pero sí lo es a la hora de entender lo que implica y sus posibilidades de aprovechamiento. Y creo que alguien (Abbott, Dexcom, Novalab, el SNS, las asociaciones de pacientes, María Santísima o todos juntos) debería preocuparse por la capacitación en este tipo de tecnologías si queremos que esto traiga consigo una mejora real de la gestión de la diabetes de todas estas personas y no se convierta en un gadget más de los que nos inundan en la actualidad y que se dedican a recopilar datos biométricos a lo loco sin ninguna utilidad clara. ¿Big Data? sí, pero que sirva para algo.

Finalmente, de aspectos de post-venta como la política que tiene cada empresa a la hora de gestionar reclamaciones respecto a sensores no puedo opinar porque no puedo tener acceso a dichas políticas y desconozco cuáles son los criterios que maneja cada empresa para proceder a sustituciones de sensores, el asunto más interesante para todos los usuarios al ser el mantenimiento la parte más «dolorosa» (por su coste) de estos sistemas.

Por tanto, aunque la gestión de Novalab es correcta a nivel de atención telefónica y su venta presencial es personalizada, su ausencia de información en la web marca una diferencia importante en un mundo actual en el que casi todo se hace por la Red. Diría que Abbott tiene una ventaja adicional por disponer de una web específica con abundante información y detalles del sistema, capacidad de venta online, y teléfono de atención al cliente específico con una superior capacidad de tráfico telefónico.  VENTAJA: FREESTYLE LIBRE  [Tweet «Comparativa entre #Dexcom G4 vs #FreeStyleLibre #diabetESP «]

Integración

Hoy día, un fabricante ya no puede pretender que su sistema sea exclusivo, y se comunique sólo con sus productos. Antes lo veíamos en aparatos electrónicos, pero hoy día hay grandes e importantes protocolos de comunicaciones, estándares y sistemas operativos abiertos que facilitan la interconexión de todo y de todos. Y además así lo exigimos los clientes, que ya no queremos que un teléfono se comunique sólo con una televisión de su marca. Del mismo modo, tampoco queremos que un medidor de glucosa sólo pueda «hablarse» con su app, con su programa de gestión o con su bomba de insulina. Necesitamos apertura. Y la integración es además, clave para triunfar. Yo quiero que mis datos de glucosa (que por cierto, SON MÍOS y no quiero que salgan de mi ordenador sin autorización) puedan ser gestionados en la app que yo quiera y donde yo quiera. Por ejemplo, que yo pueda gestionar todas las mediciones en una app de diabetes que no sea propia de la marca, como por ejemplo las populares Social Diabetes o MySugr.

En este aspecto, a día de hoy, tanto Dexcom G4 como FreeStyle Libre tienen su programa de gestión que se puede instalar en ordenadores de sobremesa o portátiles, aunque Abbott tiene el software disponible tanto para mac como pc, mientras que Dexcom sólo tiene versión pc. En cuanto a la última versión del G4, Share (no disponible en España), dispone de 2 apps de control que tienen versión tanto en Android como en iOS.

Sin embargo, -y hasta donde sabemos- Dexcom tiene acuerdos con varios fabricantes o desarrollos de tecnología para diabetes, en los que el G4 forma parte de un sistema integrado que aumenta las capacidades de la medición continua, o donde ésta es clave para otras funcionalidades, como la infusión de insulina. Por ejemplo, las bombas de insulina Tandem o Animas Vibe se comunican con el G4. O la integración con la bomba de insulina Snap Pump de Asante. O proyectos en desarrollo, como el nuevo páncreas artificial iLet del Dr. Ed Damiano, que utiliza un Dexcom G4. O la posibilidad de visualizar las glucemias del Dexcom en un smartwatch. O el proyecto independiente NightScout que permite hacer telemonitorización de glucosa con un G4. Y también es el Dexcom G4 el que se integra con la curiosa e interesante bomba de insulina «parche» Omnipod. Y en los últimos días se ha sabido que Dexcom trabaja con Google en un nuevo y revolucionario dispositivo de medición continua de glucosa «next-gen». En resumen, Dexcom ha llegado a interesantes acuerdos con otras empresas, y juntos han desarrollado tecnologías mucho más potentes e interesantes. Un camino que me gusta; integración.

Por contra, del FreeStyle Libre y sus capacidades aún lo desconocemos todo. Es un aparato con potencialidades, que esperemos ir conociendo en un futuro próximo.  VENTAJA: DEXCOM G4 

¿Futuro?

Una vez analizados aspectos importantes de ambos sistemas, y «fuera de concurso», habría que terminar la comparativa analizando cuál es el futuro previsible que se nos plantea con estos dos dispositivos. Tanto uno como otro utilizan un sistema de medición de glucosa que en mi opinión, puede acabar desplazando a corto-medio plazo a la medición capilar invasiva. Y digo «puede» porque hay actualmente otros sistemas en desarrollo que trabajan sobre maneras de medición alternativa e incluso no invasiva y que podrían llegar a desbancar a la medición instersticial, que hoy por hoy parece el único candidato (o al menos el más firme) para sustituir a la medición capilar.

En cualquier caso, y sin entrar a adivinar cuál será el sistema de medición de glucosa que acabe imponiéndose dentro de diez años, a día de hoy muchas personas se plantean dar el paso a la medición intersticial. Y cuando compramos algo -sobre todo si es caro y tecnológico- como consumidores nos preguntamos por el futuro de ese producto. Nos gusta saber que apostamos a caballo ganador. Pero es difícil, dada la evolución actual de la tecnología. ¿Qué futuro próximo le espera al G4 y al FreeStyle Libre? Salvo nuevos modelos que han sido ya anunciados, los planes futuros son secretos. Pero algo podemos aventurar.

En cuanto al G4, sabemos que su hermano mayor, el Dexcom G5, está a la vuelta de la esquina. Concretamente se prevé su lanzamiento a finales de este año 2015. Y llegará tanto a Europa como a EEUU. Será una mejora importante y un gran salto en la evolución de este medidor continuo. Prescinde del receptor y posibilita la comunicación directa con el smartphone a través de una app propia. Por si eso fuera poco, un emisor más reducido y un sensor mejorado con unos algoritmos más eficaces permitirán ofrecer una exactitud 9% MARD, la mejor del mercado hasta la fecha en sensores intersticiales. Si a eso le sumamos la gran capacidad de integración (vista en el punto anterior) que tiene Dexcom con otras tecnologías de diabetes, la perspectiva es prometedora. Las alianzas de Dexcom con fabricantes de bombas de insulina pueden asegurarle un puesto de honor en la nueva generación de dispositivos de infusión, un camino abierto recientemente con la novedosa MiniMed 640G.

Por otro lado, el FreeStyle Libre es nuevo, pero su diferente planteamiento le da interesantes posibilidades de evolución y futuro, aunque Abbott guarda silencio total sobre ello. De momento, la primera evolución lógica en el Libre es la aparición de su propia app para comunicarse con un smartphone y que éste lea las glucemias del sensor en lugar de hacerlo con el receptor del Libre. Es de esperar que Abbott presente esta evolución que permitiría quitarnos de encima un cachivache más como es el receptor del Libre (que además a nivel de hardware no es precisamente destacable), pasando todas sus funciones a estar implementadas en la app de Abbott en nuestro teléfono. Eso sería lo deseable y lo que yo espero. Pero podría hacerse más interesante. Por ejemplo: ¿y si pudiéramos leer el sensor con apps de terceros? ¿Qué tal «abrirse al mundo» y permitir la integración con otras apps del mercado como Social Diabetes o MySugr? ¿Y qué más nos puede ofrecer este sistema? A priori, la tecnología de corto alcance NFC imposibilita comunicarse a distancia con el móvil, pero por ejemplo, sí se podría hacer una telemonitorización «en diferido» cuando se escaneara el sensor con nuestro teléfono. ¿Y si se integrara un chip bluetooth en lugar de NFC y las glucemias se enviasen al smartphone como en el Dexcom? O quizá algo más sencillo que sería aplaudido por todos: ¿Qué tal si se aumenta la duración del sensor -ya sea de manera oficial o simplemente desbloqueándolo como en el Dexcom G4- prolongándolo hasta unas sensatas y perfectamente plausibles 3 semanas?

Conclusiones del cara a cara

Una vez analizados 23 aspectos diferenciales y contabilizadas las ventajas de uno y otro, observamos como primera conclusión que en general, y a pesar de sus diferencias, ambos aparatos cumplen muy bien su función. Hasta el punto de que han sido en total 7 los empates en diferentes variables, correspondientes a las siguientes categorías: Certificado para / Visualización de la glucemia / Receptor / Exactitud del sensor / Pérdida de datos / Sujección del sensor / Marcas del sensor en la piel. Aspectos que evidencian que ambos están al mismo buen nivel en cuestiones como la exactitud o la escasa capacidad para perder datos del sensor. O que ambos empatan en la valoración de su unidad receptora. O evidencia también que -por el lado negativo- ambos tienen los mismos problemas a mejorar en temas como la sujección del sensor o las marcas que produce en la piel. El resto de aspectos (16) han sido repartidos entre los dos contendientes prácticamente por igual, quedando el Dexcom G4 con 8 aspectos en los que considero que aventaja a su contendiente y el FreeStyle Libre con 8 en los que en mi opinión, está por encima del Dexcom G4. Por tanto, empate numérico entre ambos contendientes.

Evidentemente, no todos los puntos tienen la misma importancia. Aunque alguna de estas variables son objetivas y universales y el ganador es evidente para casi todo el mundo, hay otros aspectos que están más bajo la lupa de la subjetividad y las necesidades personales de cada persona. Y otros son sencillamente cuestiones menores. Porque como he dicho al principio del artículo, es cada uno el que debe ponderar estos aspectos, ya que al igual que se dice siempre que no hay dos diabetes iguales, tampoco hay dos personas/usuarios iguales. Todos tenemos unas particularidades-preferencias-gustos-manías-necesidades que conforman un perfil concreto y que nos puede hacer valorar alguna de estas variables con otra importancia distinta a la que yo he ofrecido en este reportaje. Pero como mínimo, esta comparativa debe servir para dotar a quien la lea de herramientas de análisis para poder decidir sobre qué sistema es más adecuado para él.

¿Y qué otra conclusión saco yo de todo esto? Pues que el G4 -que lleva ya varios años en el mercado- ha sido enfrentado a un producto de última generación y ha salido airoso del «combate». Eso le da al G4 un plus y lo evidencia como un buen producto, a pesar del tiempo transcurrido. Y esto es un mérito del G4 más que un demérito del Libre. Sin embargo el pequeño medidor flash de Abbott, a pesar de no ser oficialmente un medidor continuo, ha sabido pegar un buen mordisco al mercado y captar la atención de todo el mundo, cosa que hasta ahora nunca ha conseguido el Dexcom. El FreeStyle Libre es un sistema adecuado tanto para tipo 1 como para tipo 2; es simple en su concepción y nace pensando también (o sobre todo) en quienes quieren mirarse su glucemia «sin más complicaciones». Es a mi juicio un buen aparato y su planteamiento es genial. Ha sido un detonante, una chispa que ha encendido la mecha de algo que -si bien siempre ha interesado a todas las personas con diabetes- ahora la gente los ve como mucho más accesibles. Y Abbott ha conseguido que la medición intersticial sea tema de conversación en charlas de asociaciones de pacientes, en foros de internet, en redes sociales…

Mis «notas»: 9 puntos para el Dexcom, 8 para el FreeStyle Libre y 6 empates. Ambos ofrecen grandes ventajas y son excelentes alternativas a la medición capilar.

Sin duda, ambos dispositivos te ayudarán en tu diabetes, aunque algunos aspectos marcan importantes diferencias, como la universalidad de uso (para todas las edades) o el sistema de medición continua y alarmas del Dexcom, que lo convierten -por ejemplo- en el sistema ideal para personas con hipoglucemias inadvertidas. Y por otro lado, su menor coste de adquisición y mantenimiento, su logrado sistema de sensor-emisor y su más eficaz y completa interfaz hacen del Libre una opción moderna, completa y a la vez sencilla, y más asequible. Ahora eres tú quien debe valorar. Espero que esta comparativa te pueda ayudar si eres de los que está pensando adquirir un sistema de medición intersticial de glucosa.

¿Qué otras variables consideras importantes a la hora de comparar ambos sistemas? ¿Cuál te gusta más a ti y por qué? Aporta tu comentario para que sea de utilidad para el resto de lectores.

APÉNDICE: EL 'SENSOR-CHICLE' DEL DEXCOM G4

El «estiramiento» como el chicle de la vida de los sensores del Dexcom G4 es un asunto muy famoso y en parte, uno de los secretos de su éxito, obviamente. Todos queremos intentar pagar lo menos posible, sobre todo en algo que necesitamos para vivir con más calidad de vida y que aún no nos cubre nuestro Sistema Nacional de Salud. Y una semana por sensor es claramente un gasto mensual que pocos se pueden permitir a día de hoy. Pero la cosa cambia cuando ves que tu sensor sigue funcionando pasados 7… 14… 21… 28… o incluso más en algunos casos. ¿Cuál es la clave? ¿Hay un secreto? Ese sería el dato más jugoso de este artículo… si lo supiera. Pero no sólo no lo sé yo. Tampoco lo saben en Dexcom. Como decía al comienzo del artículo, hay muchas variables que favorecen o dificultan la buena lectura del sensor. Variables personales, químicas, biológicas, fisiológicas, ambientales… influye mucho la colocación, el lugar, cómo se haya insertado, cómo se haya colocado el filamento tras la inserción… demasiadas cosas a valorar y sobre todo, imposible de determinar cuál es la que hace que un sensor dure 7 días y otro 37. El problema de esta práctica es que según se va estirando un sensor, las posibilidades de que ofrezca valores erróneos son más altas, y por tanto, mayor es la necesidad de chequear regularmente esos valores con una calibración. Así fueron mis tres sensores:

Primer sensor. Al cabo de una semana, empieza a mostrarme períodos de tiempo con las famosas ??? incluso durante varias horas (durante los períodos con ??? no hay lecturas de glucemia). El día 9 ya muestra continuos tramos con interrogantes y el día 10 las diferencias de exactitud que ofrece rondan el 50% por debajo de la medición capilar. A pesar de que debería haberlo quitado, espero esa noche y en la mañana del día 11 lo quito por mostrar ya valores completamente fuera de la realidad.

Segundo sensor. Este segundo sensor parece haber aguantado algo mejor al haberle puesto el adhesivo Skin-tac desde el inicio. Durante toda la vida del sensor las lecturas siguen siendo correctas. No hay inconsistencias ni errores de lectura y su fin de vida es abrupto, sin períodos de ??? como el anterior. Perfecto. Funciona bien hasta el final. Unas estupendas y deseables 4 semanas justas.

Tercer sensor. Al igual que el segundo, utilizo Skin-Tac. El funcionamiento es normal durante 3 semanas exactas. A partir de ahí pasa por momentos en los que varias horas me muestra ???. Sigo esperando a ver qué pasa, y tras una noche de valores con más de 150 mg/dl. de diferencia con sangre, lo quito justo cuando se han cumplido 3 semanas.

Resultado: una media de casi 20 días por sensor. Y esto… ¿qué implica? pues esto nos lleva directamente a reducir el coste por mantenimiento, el gran handicap de estos aparatos. Y en vez de gastar 4 sensores/mes (que es lo que dice el fabricante), pasaríamos a gastar sólo 1,5 sensores/mes. El ahorro es considerable. Y si nuestra media de vida del sensor es aún mejor que la que yo he tenido, ese coste/mes seguiría reduciéndose. Porque aquí entraríamos en uno de los puntos clave para muchas personas. A día de hoy, el gran escollo de la medición intersticial y la razón principal por la que no se populariza: su coste, sobre todo el de mantenimiento. En resumen, el gasto mensual del Dexcom G4 es aleatorio, y su horquilla se situará entre la teoría (4 sensores al mes; uno por semana) y el deseable consumo de un único sensor al mes (hay bastantes personas que lo consiguen). ¿Lo positivo? Que parece demostrado que podemos mantener un consumo medio de sensores en torno a 1 o 1,5 por mes. Los costes oficiales de mantenimiento parecen ser sólo teoría y podemos mantenerlos muy por debajo de lo que dice la marca. Pero todo bajo nuestra responsabilidad y en manos de la suerte o de mil variables personales. La gran ventaja del G4 es a la vez su gran incógnita…

Imágenes: Abbott /Dexcom / Freepik / Jedi Azucarado.